Tres víctimas de los abusos sexuales perpetrados por 300 sacerdotes en Pensilvania, eStados Unidos, desde hace 70 años confesaron detalles sobre su espantosa experiencia vivida a manos de estos depredadores sexuales que se disfrazan con una sotana.
La señora Mary McHale, de 46 años de edad, quien en ese entonces tenía 17 años, comenzó a experimentar una fuerte atracción por una compañera de clases en el Instituto Católico de Reading; pero una vez que la joven le correspondió y comenzaron a verse a escondidas la culpa la dominó y decidió confesarse con el padre James Gaffney.
Ahí comenzó el calvario de su vida puesto que su profesor y a la vez sacerdote decidió utilizar su secreto en su contra y la obligó a verse seguidamente a solas con él; en esos instantes le hablaba de sexo, la manoseaba sin su consentimiento.
Su peor episodio lo vivió en la Iglesia Santa Caterina, donde el padrecito le mostró un programa especial de tres pasos: En el primero contaban sus experiencias sexuales ahí el padre le confesó que se masturbaba, en el segundo señalaban partes del cuerpo del otro y luego las mencionaban y finalmente tenían que desnudarse y valorarse entre sí.
Ella se asustó y rápidamente intentó alejarse del depravado sacerdote, quien llegó a hostigarla en su casa y en el colegio. Su padre notó la situación y ella terminó confesándole todos los abusos pero su familia decidió no denunciarlo ya que ella misma tenía miedo que todo el mundo supiera que era gay.
Depredadores sexuales
Por su parte el ciudadano Phil Saviano, quien llevó su caso a los periódicos de Boston para que destapasen el escándalo, contó que conoció en 1980 al sacerdote George Koharchik quien era su profesor y su entrenador de baloncesto en la Parroquia de San Clemente cuando sólo tenía 10 años de edad.
Las agresiones ocurrieron cuando él tenía 13 años. Mi primera erección fue con el padre quien me manoseo mientras me sentó en su regazo para conducir su automóvil. El usaba el deporte para abusar de mí y de varios niños más, agregó.
Tiempo después el cura terminó masturbándolo y una vez mientras se duchaba le introdujo un dedo en su recto. En ese instante el reaccionó muy molesto y lo quedó viendo de muy mala manera y desde ese momento jamás lo volvió a agredir.
Se aprovechan de personas vulnerables
Así mismo el ciudadano Jim Vansickle, oriundo de Pittsburg, contó que en 1981 conoció al sacerdote David Paulson en una terrible época en que su abuela había fallecido, su padre estaba en las primeras fases del lupus y la situación económica de su familia era muy precaria.
Paulson era su profesor de inglés y además llegó a ser su mentor, su guía y la persona más cercana a su vida. Sin embargo comenzó a manosearlo durante tres años y durante una excursión a un Santuario de Fátima en Ohio reservó una habitación para los dos en un hotel; ahi comenzaron a jugar la lucha libre y luego intentó abusarlo sexualmente pero pudo liberarse y ahí comenzó a sentirse muy solo y devastado.
Pero eso no le bastó al cura ya que terminó siguiéndole hasta su universidad y ahí le ofreció dinero en efectivo, le regaló un automóvil hasta que finalmente desapareció de su vida al encontrar otro jovencito a quien abusar.
