El Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos está investigando al cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera, secretario de finanzas del Vaticano en Roma, por presunto lavado de dinero con narcos colombianos.
Según investigaciones del FBI, Norberto Rivera presuntamente es jefe de una red de lavado de dinero del narcotráfico de la cual también forma parte el empresario mexicano Fernando Pyro de la O.
Informantes del FBI que se hacían pasar como intermediarios de una organización narco de Colombia, entrevistaron en al menos dos ocasiones a Peyro de la O, y conocieron la estructura de lavado de dinero del empresario y el cardenal, quienes ofrecían métodos para blanquear los recursos a través de un esquema de aseguradoras en Estados Unidos, México y España.
En esas entrevistas, el empresario presumía su amistad con el cardenal, uno de los religiosos más influyentes del país, quién supuestamente también participaba en los actos delictivos.
“Peyro nos ofreció empezar a trabajar con él y su jefe… su jefe es el secretario de finanzas del Vaticano en Roma, Norberto Rivera Carrera”, confesó la informante del FBI.
La persona dijo que el empresario había mostrado interés en lavar dinero para narcotraficantes colombianos en un encuentro en la Ciudad de México, en donde el agente del FBI encubierto señaló que daba el visto bueno para la operación.
En el año 2021 una reportera entregó una carta de solicitud de entrevista al cardenal sobre las investigaciones del FBI a las que no respondió.
“No tengo noticias de ese grupo que quiere lavar dinero, no sé de qué se trata, no entiendo que es lo que él (Peyro) quiere lavar… Adelante con la investigación, yo no tengo nada que ver con él hace tiempo que no nos vemos’”, dijo el secretario de finanzas del Vaticano.
Supuestamente, el cardenal y el empresario mantienen una amistad cercana desde hace muchos años e incluso antes de que iniciara la pandemia se reunían en persona. Constantemente, hacían viajes juntos y también platicaban varias veces al día, ya que el cardenal es como un padre para Peyro.
Norberto Rivera conoció desde pequeño a Fernando, cuando quedó huérfano y quedó bajo cuidado del arzobispo Antonio López Aviña, mentor de quien fuera el arzobispo primado de México hasta 2014.