El Gobierno de Vanuatu declaró este martes el estado de emergencia por siete días luego del devastador terremoto de magnitud 7,4 que sacudió al país insular en el Pacífico Sur, dejando al menos 14 muertos y más de 200 heridos.
La infraestructura sufrió graves daños, incluidos edificios, carreteras y la sede de la Embajada estadounidense en Port Vila, mientras los servicios básicos permanecen interrumpidos.
La Policía local sigue trabajando en labores de rescate e instó a la población a evitar áreas peligrosas debido a corrimientos de tierra y estructuras inestables. Por su parte, la Cruz Roja informó sobre la situación a través de un comunicado en el que describió el ambiente como “sombrío”, mientras organizaciones como UNICEF evalúan los daños para coordinar la respuesta humanitaria.
Estados Unidos ofreció sus condolencias y anunció que está preparado para brindar asistencia en conjunto con Australia, Nueva Zelanda y otros países de la región, mientras el país busca recuperarse de esta catástrofe natural.