La popularidad de Crocs ha llevado a la empresa a alcanzar un valor de USD 8,000 millones, convirtiéndose en una opción de calzado preferida entre niños y adolescentes por su comodidad. Sin embargo, varias escuelas de Estados Unidos han decidido prohibir su uso diario, citando preocupaciones sobre la seguridad y posibles distracciones en el aula.
Oswaldo Luciano, enfermero escolar en Nueva York y padre de dos hijos, comentó que en su entorno se relacionan frecuentemente las lesiones en los pies con el uso de Crocs.
Las preocupaciones se centran en que los estudiantes pueden tropezar o caer fácilmente al usar estos zapatos, especialmente cuando no tienen la correa de seguridad detrás del talón. Estas inquietudes han llevado a diversas instituciones en al menos 12 estados a implementar restricciones.
Por ejemplo, la política de uniforme escolar de Lake City Elementary en Atlanta establece que «todos los alumnos deben usar zapatos cerrados por seguridad (no Crocs)», mientras que la escuela secundaria LaBelle en Florida también prohíbe su uso, indicando que se debe «usar calzado seguro en todo momento».
Estas prohibiciones buscan garantizar la seguridad de los estudiantes y reducir accidentes y distracciones, como el uso de los pequeños adornos que suelen acompañar a los Crocs.
A pesar del aumento en las prohibiciones, la presidenta de Crocs, Anne Mehlman, afirmó que la empresa no ha visto evidencia que respalde un incremento en estas restricciones.
A pesar de ello, se prevé que el crecimiento de las ventas de Crocs se ralentice, con un aumento estimado del 0.4% en el tercer trimestre, el más bajo desde 2020, lo que refleja un posible cambio en la lealtad de los consumidores en un contexto económico desafiante.