El número de damnificados es muy alto y son incalculables los daños materiales. Temen que cifra de víctimas aumente. Cinco barrios quedaron sepultados.
Es «una cifra realmente muy lamentable», dijo el presidente Juan Manuel Santos, que viajó a la zona para seguir de cerca las labores de socorro.
El más reciente boletín de la Cruz Roja Colombiana (CRC) reportaba además 400 heridos y 220 desaparecidos tras la avalancha que se generó sobre las 11:30 p.m. del viernes por el desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco en el selvático departamento de Putumayo.
Mocoa, un caluroso municipio en plena Amazonía y de unos 40.000 habitantes, se encuentra sin fluido eléctrico y sin agua. Las imágenes difundidas por sobrevivientes, periodistas y socorristas son impactantes: calles cubiertas de lodo, soldados cargando niños, gente llorando, vehículos destrozados y residuos en las vías.
«Hay mucha gente en las calles, mucha gente damnificada, muchas casas caídas», dijo vía telefónica Hernando Rodríguez, un pensionado de 69 años.
Según este residente de Mocoa, «la gente no sabe qué hacer» porque «no había preparación» para una catástrofe así.
«Apenas nos estamos dando cuenta de lo que nos pasó», añadió.
No hay cifras oficiales sobre damnificados y daños materiales, pero se estima que serán números muy altos.