La cifra provisional de fallecidos relacionados con el paso devastador del huracán Irma por el sureste de Estados Unidos alcanza ya la treintena de personas, aún sin conocer el balance final de daños y pérdidas materiales, que tardará meses en determinarse.
En los Cayos de Florida, donde el ojo del huracán golpeó el pasado domingo como ciclón categoría 4, se contabilizan al menos ocho muertos, además de más de cuarenta heridos, según cifras oficiales.
Otras doce personas murieron en los condados de Broward, Liberty, Duval, Pinellas, Pasco y Marion, (oeste, centro y sureste), en un estado donde todavía 110.000 personas permanecen en refugios, según datos de la Gobernación.
Un buen número de las víctimas fallecieron por inhalación de monóxido de carbono expulsado por generadores instalados en las viviendas para contrarrestar la falta de luz eléctrica causada por Irma.
Otros residentes fallecieron en accidentes de tráfico, en los preparativos previos o durante la tormenta y uno por la descarga eléctrica de un cable de alta tensión.