Tres personas murieron, 11 están desaparecidas y más de medio millón de personas tuvieron que ser evacuadas de sus viviendas debido a las intensas lluvias que han caído en el suroeste de Japón.
Las precipitaciones han causado severos daños y deslaves en la isla de Kyushu y según los meteorólogos es una de las tormentas más graves que la han afectado en los últimos años.
Las lluvias han destruido carreteras, vías férreas y algunos puentes.