Yolanda Saldívar, quien fue condenada a cadena perpetua por el asesinato de la cantante Selena Quintanilla en 1995, solicitó se considere su caso para obtener la libertad condicional en marzo de 2025.
Esta petición reabre un debate sobre la naturaleza del crimen y el impacto duradero de la tragedia en la vida de muchos.
Saldívar, quien tiene 64 años, fue sentenciada por el asesinato de la “Reina del Tex-Mex”, cometido el 31 de marzo de 1995 en un hotel de Corpus Christi, Texas.
Aquel fatídico día, durante una discusión entre Saldívar y Selena, la situación se tornó violenta y culminó con el disparo que apagó la vida de la joven estrella de 23 años.
Saldívar era una amiga cercana y fundadora del club de fans de Selena, pero su relación se deterioró cuando la familia Quintanilla la acusó de malversar fondos de las boutiques y del club de fans, lo que llevó a su despido por parte de Abraham, el padre de Selena.
Algunos argumentan que su largo tiempo en prisión y un historial de buen comportamiento deberían darle una segunda oportunidad, mientras que otros creen que su crimen fue tan atroz que no debe ser perdonado.
Según un representante del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Saldívar ha mostrado un buen comportamiento durante su tiempo en prisión, lo que podría influir en la decisión de la junta de libertad condicional.
En el documental “Selena and Yolanda: The Secrets Between Them”, Saldívar reitera su versión de los hechos, afirmando que no tenía la intención de matar a Selena y que su objetivo era suicidarse, lo que añade una dimensión trágica a la narrativa.
La audiencia programada para marzo de 2025 se perfila como un acontecimiento importante que tendrá repercusiones no solo para Saldívar, sino también para la comunidad de fans de Selena y la sociedad en su conjunto.
La discusión sobre la libertad condicional de Saldívar plantea preguntas difíciles sobre la redención, el perdón y la memoria de aquellos que han sido víctimas de la violencia.