El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN) está impulsando la producción de arroz en Nicaragua a través del Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio.
Esta iniciativa busca fortalecer las capacidades de las familias y productores, promover la innovación tecnológica y fomentar nuevas variedades de arroz de alta productividad. Estas acciones han sido clave para el crecimiento del sector en los últimos años, contribuyendo significativamente a la Soberanía y Seguridad Alimentaria del país.
Según el monitoreo realizado por el Ministerio Agropecuario (MAG), hasta agosto se ha alcanzado un avance del 92% de la meta de siembra programada para la primera época del Plan de Producción 2024/2025.
Esto se traduce en un área sembrada de 57,964 manzanas, de las cuales 39,156 corresponden a arroz de riego y 18,808 a arroz de secano. Este notable progreso destaca el compromiso del gobierno y de los productores con el desarrollo agropecuario del país.
En términos de producción, hasta el mismo mes se han registrado 716,388 quintales de arroz granza. Este volumen refleja la efectividad de las políticas implementadas y la colaboración entre el gobierno y los productores en el sector agrícola. La siembra de arroz de secano es principalmente llevada a cabo por pequeños productores en diversas regiones, lo que subraya la importancia del trabajo comunitario en la agricultura nacional.
Los pequeños productores, que son los principales responsables de la siembra de arroz de secano, están ubicados en departamentos como Chinandega, Río San Juan, Rivas, Nueva Segovia y la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte. Por otro lado, los grandes productores, que se enfocan en el arroz de riego, se concentran en departamentos como Matagalpa, Granada, Río San Juan, León, Boaco, Managua, Chontales y Rivas. Esta distribución demuestra la diversidad del sector arrocero en Nicaragua y el papel crucial que juegan ambos grupos en la producción nacional.
La estrategia del GRUN para potenciar la producción de arroz no solo busca mejorar la oferta alimentaria, sino también fomentar el desarrollo rural y fortalecer la economía de las comunidades productoras. Con un enfoque en la sostenibilidad y la innovación, se espera que estas acciones continúen impulsando el crecimiento del sector agrícola, garantizando así un futuro más seguro para la alimentación de la población nicaragüense.