La familia de Ozzy Osbourne, icono indiscutible del heavy metal, confirmó este 22 de julio de 2025 el fallecimiento del artista a sus 76 años. Conocido como el Príncipe de las Tinieblas, el músico murió en su hogar «rodeado de amor» según informaron su esposa Sharon y sus hijos a varios medios internacionales tras años de lucha contra el Parkinson y secuelas de una caída sufrida en 2018.
Su última presentación en Villa Park, Birmingham, reunió a los miembros originales de Black Sabbath ante miles de fans, marcando un emotivo cierre a cinco décadas de carrera.
Nacido como John Michael Osbourne un 3 de diciembre de 1948 en Birmingham, Inglaterra, Ozzy creció en una familia trabajadora enfrentando pobreza, bullying y dislexia. Abandonó la escuela a los 15 años, tuvo problemas legales y hasta estuvo en prisión por robo antes de encontrar en la música su salvación.
Black Sabbath
En 1968, junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, fundó Black Sabbath, banda que definió el sonido oscuro del heavy metal con álbumes como Paranoid (1970) e Iron Man, himnos que trascendieron generaciones. Su voz rasgada y presencia en escena lo convirtieron en símbolo de una contracultura rebelde.
Tras ser expulsado de Black Sabbath en 1979 por sus excesos, Ozzy relanzó su carrera con éxitos como Blizzard of Ozz (1980), incluyendo “Crazy Train”, canción que sigue sonando en estadios mundialmente. En 1997 creó el OZZfest, festival clave para bandas emergentes del metal. Su lado más humano sorprendió en The Osbournes, reality de MTV que mostró su vida familiar entre 2002 y 2005.
Escándalos, adicciones y un legado imborrable
Famoso por morder la cabeza de un murciélago en vivo (1982) y por letras polémicas como Suicide Solution, Ozzy enfrentó demandas, adicciones y conflictos, como el sabotaje a Iron Maiden durante el OZZfest 2005. Vendió más de 100 millones de discos, ganó varios premios Grammys, incluyendo incluido el Grammy a Mejor Interpretación de Metal por “I Don’t Want to Change the World” (1992), y entró al Salón de la Fama del Rock en 2006.
Desde Paranoid hasta No More Tears (1991), tema que le dio un Grammy, su música fusionó potencia y melodía. El OZZfest sigue siendo referente para amantes del metal, celebrado anualmente desde 1997.
Ozzy Osbourne deja un vacío en la música, pero su legado perdura: Revolucionó un género, rompió esquemas y demostró que incluso las figuras más controvertidas pueden reinventarse. Sus canciones seguirán siendo el himno de quienes buscan libertad en los acordes más pesados.