Es rubia, bonita y dueña de unas curvas para el infarto. Cuesta creer que, incluso vestida de la forma más conservadora, pueda pasar desapercibida entre una multitud.
Mucho más que haya logrado caminar semidesnuda por la calle y que nadie se haya dado vuelta para admirarla.
Eso es lo que sucedió en Lille, Francia, cuando una bella modelo salió a pasear vestida con una camisa y una diminuta tanga.
Claro que hay una trampa: Si bien la chica estaba semidesnuda, nadie se dio cuenta.
¿Cómo fue posible?
Gracias al talento de una artista de “body painting”, quien le diseñó sobre la piel un pantalón de jean, tan real que evitó que la platea masculina cayera rendida a sus pies.