En el internet circuló en el año 2014 una historia viral donde supuestamente un estudio de la Universidad de Exeter, ubicada en el suroeste de Inglaterra, determinó que oler pedos puede ser muy beneficioso para la salud humana.
Según las publicaciones, el experimento determinó que el sulfuro de hidrógeno, presente en los gases, pueden evitar el daño mitocondrial y prevenir riesgos de sufrir cáncer o ataques al corazón.
Sin embargo el estudio en cuestión publicado en inglés trata sobre la capacidad citoprotectiva de las mitocondrias y el ácido sulfhídrico pero jamás menciona algo sobre los pedos, el cáncer o el corazón.
El origen de los pedos
Cuando uno come no sólo tragas comida también aire, el cuál contiene gases como el nitrógeno y el oxígeno.
Mientras la comida es digerida una pequeña cantidad de gases viaja por nuestro aparato digestivo.
Algunos gases como el hidrógeno, el dióxido de carbono y el metano se forman cuando los alimentos se descomponen en el intestino grueso.
Y por supuesto que todos estos gases tienen que escapar de alguna manera, en forma de pedos.