El pequeño estaba en el asiento trasero del auto conducido por su madre, cuando la mujer observó a su hijo sufriendo al no poder quitar la lengua de allí.
Un niño británico de seis años llamado Riley Wooff estuvo al borde de la muerte luego de que su lengua quedara atascada en la tapa de una botella de plástico. El pequeño debió ser sometido a una cirugía de urgencia y continúa recuperándose.
Según cuenta el medio The Sun, el nene viajaba en el asiento trasero del auto que manejaba su madre. En un momento, la mujer observó que su hijo sufría de dolor y luchaba por quitar su lengua del interior de la botella y no lo conseguía.
Clare frenó el vehículo para ver lo que ocurría pero en su intención de ayudarlo terminó introduciendo aún más la lengua dentro de la botella y ésta cada vez se ponía más hinchada y comenzaba a tornarse de un color oscuro.
Ante esto, la mujer se dirigió rápidamente hacia el hospital más cercano. Al llegar, los médicos observaron el panorama y derivaron a Riley a una cirugía de urgencia. Sin embargo, los especialistas aseguraron que “existía el riesgo de que pudiera matarlo”, detalla el medio británico.