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domingo, agosto 17, 2025

Joven rusa fue apuñalada y no se dio cuenta hasta llegar a su casa

Una imagen impactante ha dado la vuelta al mundo mostrando a Julia Popova, una joven de 22 años, con un cuchillo de cocina de 6 pulgadas incrustado en su espalda. Lo más sorprendente del caso es que la víctima caminó hasta su hogar sin percatarse de que llevaba el arma clavada tras sufrir un atraco en las calles de Rusia durante el otoño pasado. La joven fue atacada cuando regresaba de su trabajo y, tras forcejear con su asaltante para evitar el robo de su bolso, recibió la puñalada por la espalda.

Mujer rusa camina a casa con un cuchillo clavado en la espalda sin percatarse
Mujer rusa camina a casa con un cuchillo clavado en la espalda sin percatarse

Julia estaba tan traumatizada por el ataque que se dirigió a casa sin darse cuenta de la gravedad de su situación. Según relata el diario británico Daily Mail, fueron sus propios padres quienes descubrieron con asombro lo que le había sucedido cuando llegó a su hogar. El shock, como explicó posteriormente un médico a los periódicos rusos, «había impedido que su cuerpo sintiera algún dolor. Ella simplemente se fue a casa sin sentir el cuchillo en la espalda».

El cirujano jefe del hospital donde fue atendida confirmó lo extraordinario del caso: «Tuvo mucha suerte, el cuchillo estaba clavado en el hueso, no dañó ni la médula espinal ni las arterias, es un caso único y extraordinario«. En la imagen que circula se puede observar la sangre manando de la herida mientras los médicos miran con asombro a la paciente, preparándose para la intervención quirúrgica necesaria para retirar el arma.

¿Es posible que esta historia sea real?

La historia ha generado dudas sobre su autenticidad. Según se reporta, el caso apareció por primera vez en un periódico sensacionalista de Rusia, antes de ser recogido por el sitio web de Life.ru. La única imagen disponible es de calidad granulada, lo que dificulta determinar si es auténtica o no bajo un examen más detallado.

A pesar de las dudas, existen casos documentados de personas que han sufrido traumas masivos sin percatarse de ello inmediatamente. El shock es una condición que reduce el flujo sanguíneo a las células, causando una disminución en la sensibilidad al dolor y frecuentemente provoca que la víctima se sienta letárgica y adormecida. Se han reportado casos de víctimas de accidentes automovilísticos que no se percatan de haber perdido extremidades y de personas atacadas por tiburones que inicialmente no sienten las mordeduras.

Un reciente caso similar en Nueva Zelanda

Un ejemplo reciente que podría dar credibilidad a la historia de Julia es el de Lydia Ward, una adolescente atacada por un tiburón cuando se metió en las aguas de una playa en Nueva Zelanda. Según su testimonio: «No me di cuenta que me tenía en sus fauces. No sentí nada, entonces vi algo de sangre en el agua». Este caso sugiere que la historia de la joven rusa, aunque extraordinaria, podría encontrarse dentro del ámbito de lo posible, aunque sigue siendo imposible confirmarla con absoluta certeza.

El caso de Julia Popova, sea completamente auténtico o no, ha captado la atención mundial como un ejemplo asombroso de cómo el cuerpo humano puede reaccionar ante situaciones traumáticas extremas, bloqueando sensaciones que normalmente serían insoportables.

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