A simple vista puede parecer una broma de mal gusto, pero para Richard Clem no lo es. Por tener demasiadas flatulencias, él perdió su empleo en una tienda de la compañía Case’s Pork Roll, dedicada a la venta de embutido de cerdo.
La esposa de Clem explicó al medio ‘Daily Mail’ que presentaron una demanda por discriminación a su marido. La mujer también argumenta que el exceso de gases de su esposo se debe a la operación de reducción de estómago a la que se Clem se sometió hace unos meses. Dicha intervención le ayudó a perder 54 kilos, pues pesaba 190.
El trabajador teme no volver a encontrar trabajo por las consecuencias de su pérdida de peso, ya que en su extrabajo no podían más con el olor que persistía día tras día en la oficina.
Para justificar el despido, el responsable de la tienda explicó que los clientes se quejaban mucho y que el olor era insoportable.
Clem se defiende y afirma que no puede controlarlo, pero que en el trabajo abrían una ventana, encendían velas e intentaba no interactuar con los clientes. Por esta razón pide que se le indemnice con varios millones por daño moral.