La historia del enfermero argentino Matías Devincenzi, de 31 años, se ha convertido en un fenómeno viral en la ciudad argentina de San Miguel de Tucumán luego que varios medios publicaran cómo adoptó a un recién nacido que fue abandonado por sus padres.
Matías conoció a Santino en el mes de Febrero del año 2017 mientras se encontraba internado en sala de neonatos del Hospital del Este Eva Perón, el mismo lugar donde había sido encontrado ya que presentaba malformaciones congénitas, deficiencia respiratoria y una enfermedad uronefrológica.
Una conexión al instante
“No puede ser”, se repetía. Como soy enfermero de neonatología sabía que no puedo encariñarme demasiado con los pequeños. Sin embargo algo en su interior lo llevó a leer su historial clínico y ahí quedó rendido al bebé.
En el mes de Marzo de 2017 Santino sufrió una fuerte infección y tuvo que ser trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos. En ese momento el joven estaba de vacaciones y al enterarse regresó al centro y comenzó a hablarle al bebé «Che Negro, si me abrís los ojos te llevo a casa», según confesó al diario La Gaceta.
Enseguida el bebé abrió sus ojos y él sintió que era una señal divina, en ese instante me declaré como su papá y comencé a averiguar todos los detalles para poder adoptarlo, siguió contando al medio argentino.
Contra Viento y Marea
El joven se sometió a un duro proceso de entrevistas sociales y realizó una serie de procedimientos legales para poder adoptar a Santino. Lo hizo a pesar que sus amigos y su familia le decían que estaba loco y que ningún juez se lo iba a entregar porque era soltero y muy joven (29 años) para criar un niño.
En esa época el bebé, quien ya tenía 5 meses de edad, comenzó a presentar más problemas de salud y tuvo que ser operado de su vejiga porque casi le estalla. «En ese momento asumí que era su papá aun sin serlo. Ahí le dije «hijo aquí estoy, vas a estar bien y vamos a ser muy felices juntos», recordó el emocionado enfermero.
Un largo camino en el hospital
Tras la operación denominada ureterectomía él no pudo verlo durante dos largos meses. Sin embargo el 12 de Octubre del año 2017 (el propio día de su cumpleaños) obtuvo su guarda legal y pudo llevárselo finalmente a su casa. Según los galenos para ese instante el niño sufría de un retraso madurativo de 5 meses.
En ese momento Matís vivía con sus padres así que el bebé fue recibido con una sobredosis de amor y cariño por parte de sus abuelos, cinco tíos y casi una veintena de primos así que su maduración fue muy rápida, narró el orgulloso papá.
El bebé tuvo que ser sometido a dos cirugías más para extraerle un riñón y le operaron sus manos y sus pies ya que había nacido con seis dedos por lo que no podía caminar y manipular objetos, según el relato de Matías.
El 20 de febrero del 2019 el niño cumplió dos años, ahora es un niño sano, fuerte, desenvuelto y muy independiente que ahora comparte días muy felices junto a su papá.
“Es todo lo que no imaginé nunca. Hubo una conexión desde el primer día que nos conocimos. Cuando me preguntan por qué lo adopté, la respuesta es simple: él me eligió a mí”, resumió.