Un grupo de arqueólogos en la provincia china de Henán encontraron una vasija de bronce sellada, en el interior de una tumba de la dinastía Han con una antigüedad de más de 2,000 años y contenía aproximadamente 3.5 litros de un líquido que en un principio, se pensó que era vino de arroz debido a su fuerte olor a alcohol, ya que en otras tumbas de la misma dinastía se habían encontrado líquidos similares símbolo de ritos funerarios que hacían en aquel entonces.
Sin embargo, luego de haber hecho un sin numero de análisis acerca de la sustancia se ha revelado que se trata de una mezcla de nitrato de potasio y alunita, dos de los ingredientes necesarios para crear el elixir de la inmortalidad según los milenarios textos taoístas.
Según cuentan historiadores en ese tiempo se llevaban prácticas relacionadas con la alquimia, cuyo propósito era crear el elixir de la inmortalidad.
Esta vasija habría pertenecido a una familia de nobles y su sello permanecía intacto, lo que evitó que durante más de 2,000 años el líquido se evaporara.