Priya Martell es el máximo ejemplo que nada es imposible en esta vida y menos si pensas que encontrar el amor verdadero es un tema inalcanzable; ya que a pesar de ser transgenero y haber nacido con solo la mitad de su cuerpo por un trastorno congénito ella, vive un romance de en sueños con su actual pareja que la ama y acepta tal cual es.
Este trastorno afecta la parte baja de la columna vertebral, lo que significa que la espina dorsal y las piernas de Piya no se desarrollaron durante el embarazo. Pero se las ha ingeniado para enfrentar el día a día usando sus manos para todo tipo de tareas y una patineta para moverse donde sea.
El amor que siente su novio Andrew hacia ella es muy distinto en comparación del que estaba acostumbrada a recibir, ya que la considera una mujer muy bonita, dulce, y amable. Además «ilumina sus días».
Andrew cuenta que a pesar de las diferencias físicas mantienen una relación muy saludable en todos los sentidos, lo cual hace que también disfruten de un sexo «maravilloso».
En todo este tiempo de relación se ha mostrado paciente ante el sexo de Martell, ya que aún conserva sus órganos masculinos. No obstante, no descarta la idea de someterse a una cirugía para dar por finalizada su transición a mujer.
