Mientras se amplían las investigaciones, las autoridades judiciales de Costa Rica, dejaron en prisión preventiva durante seis meses a tres nicaragüenses que fueron señalados por el homicidio de un niño de ocho años de edad.

Los detenidos son los padres y una tía del infante que murió el 5 de mayo en el Hospital San Juan de Dios, en San José, Costa Rica, tras ser llevado con múltiples golpes en su cuerpo, asestados supuestamente con un cable eléctrico.
Los tres pinoleros están siendo acusados por homicidio calificado en perjuicio del fallecido y por presunto maltrato contra una niña de 10 años, hermana del menor.
La Fiscalía de la Niñez y Adolescencia de Costa Rica sospecha que los tres adultos tuvieron participación en las agresiones que terminaron con la vida del niño, además del posible maltrato contra su hermana de 10 años.
La muchachita de nacionalidad nicaragüense fue puesta bajo custodia del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), la institución encargada de proteger a la niñez en Costa Rica.
El niño fue ingresado al hospital por sus padres, una mujer de apellido Villagra, de 45 años, y un hombre apellidado Alvarado, de 52, alegando que tenía dolor abdominal, vómitos y diarrea.
Pero el personal médico encontró señales claras de agresión y minutos después falleció, por lo que de inmediato avisaron a las autoridades.
Durante un allanamiento en la casa, la policía judicial encontró rastros de sangre en prendas de vestir y paredes, lo que denota que en esa casa el niño vivía en violencia extrema.