En el mundo existen miles de parásitos cuyo único objetivo es mudarse a tu cuerpo para vivir ahí bastante tiempo.
Los parásitos pueden entrar a nuestro cuerpo a través de los alimentos y aguas contaminadas. Un lugar muy común donde se esconden es la carne poco cocinada, las frutas y verduras sucias.
Algunos síntomas comunes son padecimientos en el sistema digestivo, gases, distensión abdominal, estreñimiento, diarrea y síndrome del intestino irritable. Sin embargo hay otros síntomas de alarma que indican que tenemos a estos indeseados huéspedes.
Mal Dormir: Algunos parásitos pueden interrumpir tu sueño, provocando problemas para conciliar el sueño por la noche.
Problemas de la piel: Los parásitos muestran su actividad con marcas en la piel, ardor, picazón, sarpullido, urticaria, eczema y hasta llagas.
Rechinar de dientes: Usualmente el rechinar los dientes indica la presencia de parásitos, la mayoría ocurre al estar dormidos por lo que las personas no son conscientes de ello.
Molestias y dolor: Los parásitos causan incomodidad en los músculos y en las coyunturas. El dolor puede ser intermitente o constante, según el nivel de la infección.
Enfermedades mentales: La salud física y mental estan muy interrelacionadas. Las infecciones por parásitos pueden causar síntomas emocionales como depresión o sentimientos de apatía. Igual agotamiento físico y fatiga.