La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha emitido una alerta epidemiológica en la región de las Américas ante un incremento de casos sospechosos de sarampión, reportando un total de 14,000 casos sospechosos hasta el 5 de octubre de 2024, de los cuales 376 han sido confirmados en países como Estados Unidos, Canadá y Argentina.
Este aumento se debe en parte a la disminución en la cobertura de vacunación en varios países, lo que ha dejado a una parte de la población vulnerable frente a esta enfermedad viral altamente contagiosa, especialmente en niños y adultos jóvenes no vacunados.
En países como El Salvador, el número de casos de enfermedades febriles eruptivas que incluyen el sarampión ha alcanzado un máximo de 684 casos en octubre de este año, la cifra más alta desde 2019.
A pesar de este aumento, los datos sobre los casos específicos de sarampión no se han detallado públicamente en el informe del Ministerio de Salud (MINSAL), lo que genera preocupación en la región. UNICEF, por su parte, señala que la cobertura de refuerzo contra el sarampión en El Salvador no ha alcanzado a toda la población infantil objetivo.
A diferencia de otros países, Nicaragua no enfrenta una situación de alerta por sarampión, en gran parte debido a la sólida estrategia de vacunación anual implementada por el gobierno. Mediante campañas periódicas de inmunización, Nicaragua ha logrado prevenir y controlar efectivamente enfermedades como el sarampión, lo que reduce significativamente el riesgo de brotes en el país.
Este esfuerzo de inmunización en Nicaragua subraya la importancia de una cobertura de vacunación adecuada, especialmente cuando la región enfrenta una baja en la inmunización infantil, que expone a la niñez a riesgos de salud graves. La OPS insiste en la necesidad de reforzar las campañas de vacunación para cerrar las brechas de cobertura y prevenir la propagación del sarampión y otras enfermedades infecciosas