Oler pedos podría reducir el riesgo de padecer Alzheimer en un 37 %, según los expertos

Ciertas cantidades de sulfuro de hidrógeno pueden ayudar a proteger los cerebros envejecidos de la enfermedad de Alzheimer, según un estudio de 2021

En lugar de pararse a oler las flores, los científicos sugieren pararse a oler los pedos

Aunque pensarlo pueda ser suficiente para revolverte el estómago, los científicos de la escuela de medicina Johns Hopkins Medicine afirman que el gas que se esconde tras eses mal olor a huevo podrido, conocido como sulfuro de hidrógeno, puede ayudar a proteger las células cerebrales envejecidas de la enfermedad de Alzheimer.

Aunque el gas maloliente es muy tóxico en grandes cantidades, en dosis más pequeñas puede aportar algunos beneficios importantes para la salud, según señalan investigadores de la Johns Hopkins en un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academies of Science.

“Nuestros nuevos datos vinculan firmemente el envejecimiento, la neurodegeneración y la señalización celular mediante el sulfuro de hidrógeno y otras moléculas gaseosas dentro de la célula”, afirma el autor de correspondencia del estudio, el doctor Bindu Paul.

El cuerpo humano crea de forma natural pequeñas cantidades de sulfuro de hidrógeno, que ayuda a regular las funciones de todo el organismo. Los gases pueden facilitar la comunicación entre las células y el cerebro.

El sulfuro de hidrógeno modifica proteínas clave mediante un proceso denominado sulfhidratación química, según el doctor Solomon Snyder, coautor del estudio.

Los niveles de sulfhidratación en el cerebro disminuyen con la edad, según los científicos, que señalan que esta tendencia tiene una mayor presencia en los pacientes de Alzheimer.

“Aquí, utilizando el mismo método, confirmamos ahora una disminución de la sulfhidratación en el cerebro con Alzheimer”, dijo el colaborador Milos Filipovic.

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