El mal olor de axilas tiene un nombre científico bien conocido: bromhidrosis axilar y sí, es una enfermedad que ocurre cuando el ser humano desprende mal olor corporal incluso en momentos donde no hay un motivo claro, y aunque la bromhidrosis se manifiesta en las axilas, puede presentarse también en otras zonas húmedas y cálidas como los pies o los genitales.
Hoy te decimos algunos trucos infalibles para controlar este padecimiento, por el que seguramente las personas muchas veces prefieren tenerte… de larguito.
Depilación: el vello es un gran contribuyente a la aparición de sudor, ya que retiene bacterias y hongos en la piel. Esto es aún más notable cuando se trata de zonas cálidas y húmedas como las axilas o las ingles.
Higiene corporal adecuada: resulta esencial insistir en la higiene corporal, ya que es la base de un olor agradable. Parte de esta recomendación incluye usar desodorante, ya que te ayudará a mantener la zona limpia y evitará la aparición de mal olor de axilas de repente.
Ropa adecuada: si sudas mucho, sobre todo en la zona de las axilas, lo más normal es que el tejido de la ropa se acabe humedeciendo. Esto, además de hacer visible tu sudoración, hará que el olor sea más fuerte. Para evitar que esto ocurra, escoge ropa lo menos ceñida posible y deja de lado los colores oscuros, ya que son los que más atrapan el calor.
Jabón antibacterial para las axilas: Lo más recomendable es que uses jabones neutros con un pH parecido al de la piel humana o bien un jabón antibacterial para las axilas, ya que son los más efectivos para acabar con las bacterias de la piel. En este caso, también puede servirte un jabón germicida para axilas casero y sin químicos perjudiciales.
Visitar al médico: si el sudor que desprende tu cuerpo tiende a oler mal y te cuesta deshacerte del problema, es importante que te pongas en manos de especialistas para que descarten posibles problemas metabólicos o de desequilibrio hormonal.
Siguiendo estos consejos podrías dejar a un lado el mal olor, que podría ser solo una de las causas por las que nadie se acerca. La higiene personal es clave, pero a veces necesitamos más que solo agua y jabón.