Un reciente estudio revela que supuestamente masticar chicle libera cientos de micro-plásticos en la boca de las personas, los que pueden dañar las células y el ADN, causar cambios en la actividad genética y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.

El chicle se compone principalmente de tres ingredientes básicos: una base gomosa (o polímero), edulcorante y saborizantes. Para la investigación, los científicos de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) realizaron una serie de experimentos con diez marcas de diferentes chicles: cinco naturales y cinco sintéticos para ver cuántos micro-plásticos podrían dejar escapar.
Primero, cada chicle fue masticado por una sola persona durante cuatro minutos, recogiendo muestras de saliva cada 30 segundos hasta el final. La dinámica se repitió siete veces con cada marca. Luego, se recogieron muestras repetidas de saliva para su análisis individual a lo largo de 20 minutos de masticación para determinar la velocidad a la que se liberaban los microplásticos de cada goma de mascar.
Los investigadores descubrieron que tanto las gomas de mascar sintéticas como las naturales contenían los mismos tipos de polímeros y liberaban cantidades similares de microplásticos al masticarlas. Los productos de goma natural se elaboran con una base de caucho hecha de polímeros de origen vegetal como el chicle o la savia de otros árboles, mientras que los sintéticos utilizan polímeros derivados del petróleo.
«Nuestro objetivo no es alarmar a nadie, No se han realizado ensayos con humanos. Pero sabemos que estamos expuestos a los plásticos en nuestra vida diaria, y eso es lo que queríamos examinar aquí», explicaron los científicos.