Muchas personas deben sí o sí empezar su día con una taza de café en la mano, según ellos, es el empujón que necesitan para iniciar con energías.
Lo que no estaría muy bien, es tomar medicamentos con esta bebida, porque sin saberlo, ponemos en riesgo nuestra salud.
Resulta que la cafeína es uno de los elementos clave del café, el motivo por el que mucha gente lo toma en busca de ese chute de energía que proporciona y que les ayuda a afrontar el día, algo que se produce porque estimula el sistema nervioso central.
También se trata de un diurético, lo que implica que ayuda al cuerpo a orinar más, aumenta la liberación de ácido en el estómago, puede interferir en la absorción del calcio en al cuerpo, impidiéndola y aumentar la presión arterial.
Un consumo moderado de café puede hacer que aprovechemos sus beneficios, como los antioxidantes y los beneficios de la cafeína, pero un abuso o consumo excesivo puede ser perjudicial para la salud a largo plazo. Una persona adulta puede consumir hasta 400 mg de cafeína al día sin que esta llegue a resultar dañina, esto equivaldría a cuatro tazas de café.
Un consumo excesivo de café (o cafeína) suele asociarse con determinados síntomas, como pueden ser insomnio o dolores de cabeza, mareos o ritmo cardiaco acelerado, inquietud y temblores, deshidratación, ansiedad e incluso se puede llegar a generar dependencia a esta sustancia. De hecho, si esto llega a pasar, dejarlo de repente puede generar dolores de cabeza, somnolencia, irritabilidad, náuseas y problemas para concentrarse, que tienden a desaparecer en pocos días.
Debemos pensar que en el cuerpo todo lo que tomamos se acaba mezclando, sin embargo, a la hora de tomar medicamentos esto hay que tenerlo más en cuenta, porque hay algunas sustancias que hacen que no se absorban como necesitamos, que pierdan efecto o que resulten dañinos para nuestro cuerpo en lugar de beneficiosos.
Medicamentos para controlar la tensión arterial. En general, entre quienes padecen esta dolencia suele estar poco indicado tomar café, pues tiende a elevar la frecuencia cardiaca. Tomarlo con estos medicamentos puede alterar sus efectos y hacer que pierda eficacia.
Medicamentos antidepresivos, ansiolíticos o somníferos. Del mismo modo que señalábamos antes, al tomar este tipo de medicamentos con café, estos perderán parte de su efectividad, por lo que se recomienda tomar el café un par de horas antes de la medicación o un par de horas después.
Medicamentos para la tiroides. Ciertos estudios han demostrado que tomar algunos de estos medicamentos con café o poco tiempo después impiden su absorción, reduciendo su eficacia.
Medicamentos para el asma. Algunos broncodilatadores, como la aminofilina o teofilina, al combinarlos con el café pueden provocar dolores de cabeza o inquietud, además de que el café reduce su absorción.
Medicamentos para resfriados y alergias. Estos medicamentos son muy habituales y muchos de ellos contienen sustancias estimulantes, que al tomarlas con el café podrían multiplicar sus efectos, haciendo que estos sean mayores, sobre todo aumentando síntomas como la inquietud o el insomnio.
Tiene efectos adversos en diabéticos y, aunque no afecta a la medicación directamente, puede aumentar los niveles de insulina y azúcar en sangre.
Las píldoras anticonceptivas. Pueden hacer que el cuerpo metabolice la cafeína más despacio, por lo que podría provocar dolores de cabeza y nerviosismo, entre otros síntomas.
No todos los medicamentos tienen los mismos componentes, por lo que, si se está tomando algún tipo de medicación para alguno de estos casos, lo mejor es siempre tomarlos con agua.