La diabetes tipo 2 podría aumentar el riesgo de pérdida de la audición, señalan unos investigadores que recomiendan pruebas de la audición para los pacientes con la enfermedad del azúcar en sangre.
Los investigadores revisaron estudios anteriores que examinaron el vínculo entre la diabetes y la pérdida de la audición. Pero se necesita más investigación para confirmar la conexión, según el equipo del Centro Médico Downstate de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY), en esa ciudad.
«Muchos estudios, aunque no todos, han mostrado una asociación entre la diabetes y el deterioro del oído en sujetos humanos», dijo Elizabeth Helzner, profesora asistente de la Facultad de Salud Pública. «La comparación directa de estos estudios es compleja, debido a la falta de consistencia en la definición del deterioro auditivo y otros factores», señaló en un comunicado de prensa de la SUNY.
Pero, añadió Helzner, la asociación entre la diabetes y el deterioro auditivo tiende a ser más potente en los estudios que incluyeron a participantes más jóvenes. Es posible que en los pacientes de más edad, otras causas relacionadas con la edad del deterioro auditivo pudieran enmascarar la contribución de la diabetes, explicó. «Este factor en sí da peso a la idea de que la diabetes tipo 2 puede dañar al oído», explicó.
La pérdida auditiva afecta a más del 16% de los adultos estadounidenses, y casi la mitad de las personas a partir de los 75 años de edad tienen dificultades para oír, según el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de Estados Unidos.
La pérdida auditiva se ha vinculado con el aislamiento social, la depresión, el deterioro mental, la demencia y un riesgo más alto de caídas, hospitalización y muerte, señalaron los investigadores.
Los resultados del estudio aparecen en una edición reciente de la revista Current Diabetes Reports.