Los doctores descubrieron que fumar frecuentemente se asocia con una tasa de densidad mineral más baja de la columna lumbar y cadera, especialmente desde los 11 hasta los 19 años.
Las adolescentes que fuman acumulan menos huesos durante un período crítico de crecimiento y, por lo tanto, tienen un mayor riesgo de desarrollar más adelante osteoporosis; una enfermedad donde los huesos pierden densidad mineral y se vuelven quebradizos, según un nuevo estudio publicado en The Journal of Adolescent Health.
Los investigadores Hospital Infantil de Cincinnati, en Estados Unidos, analizaron a 262 niñas sanas en grupos de edad de 11, 13, 15 y 17 años, mediante exámenes clínicos anuales durante tres años en los que se les midió el contenido mineral óseo corporal total y la densidad mineral ósea.
Las pacientes informaron a los científicos sobre su consumo de tabaco o alcohol, así como síntomas de depresión o ansiedad.
Mayores síntomas depresivos se relacionaron también con una menor densidad mineral ósea de la columna lumbar en todas las edades, mientras que el consumo de alcohol no tuvo impacto en los resultados de ningún hueso.
Los datos muestran que la masa ósea era esencialmente igual entre los participantes del estudio a los 13 años, independientemente de lo mucho o poco que fumaban las chicas, pero conforme las chicas iban creciendo, las grandes fumadoras tenían una menor tasa de acumulación de masa ósea en la cadera y la columna vertebral que las que fuman con menos frecuencia, explica Dorn Lorah, investigador principal y director de investigación.