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lunes, junio 30, 2025

El enemigo invisible: Descubren cómo los nanoplásticos en la comida atacan tu hígado y alteran tu azúcar

¡Ojo con lo que comemos! Un grupo de científicos de la Universidad de California en Davis acaba de tirar una alerta sobre los nanoplásticos, esos pedacitos tan pequeños de plástico que ni se miran, podrían estar causándonos problemas serios en nuestro hígado y alterando cómo nuestro cuerpo procesa el azúcar.

Nanoplásticos: peligro oculto en nuestra comida
Nanoplásticos: peligro oculto en nuestra comida

Este hallazgo fue presentado en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Nutrición y nos pone a pensar sobre todos esos envases plásticos que usamos para guardar nuestra comida. Los investigadores trabajaron con ratones para ver qué pasaba cuando iban acumulando estos nanoplásticos en su cuerpo.

Para que entendamos mejor, estos nanoplásticos son pedacitos de plástico descompuesto que miden menos de 100 nanómetros, tan pequeños que ni con microscopio común se ven bien. Son mucho más pequeños que los microplásticos, que ya son diminutos (menos de 5 milímetros).

La cuestión es que, al ser tan pequeñitos, estos nanoplásticos pueden meterse en las células de nuestro cuerpo, viajar por la sangre y llegar a órganos importantes. ¡Por eso los científicos dicen que son más peligrosos que los microplásticos!

Experimento con los ratones

En su estudio, los científicos le dieron a ratones macho de 12 semanas de edad una dosis diaria de nanopartículas de poliestireno (ese plástico que se usa para hacer recipientes de comida). Les dieron 60 miligramos por cada kilo de peso del ratón, calculado con base en lo que los humanos podríamos estar expuestos.

¿Y qué pasó? Después de un tiempo, los ratones empezaron a tener problemas para procesar bien el azúcar en su sangre. También mostraron niveles altos de una sustancia llamada alanina aminotransferasa, que es una señal de que algo anda mal con el hígado.

Pero la cosa no quedó ahí. Los investigadores también notaron que el intestino de los ratones se volvió más permeable, como si tuviera pequeños agujeros que dejaban pasar sustancias que normalmente no deberían pasar. Y encontraron niveles altos de endotoxinas, que son compuestos que pueden causar problemas en el hígado.

Implicaciones para el ser humano

Amy Parkhurst, una de las autoras del estudio, mencionó que estos hallazgos son importantes porque nos dan razones para seguir investigando y crear políticas sobre el uso de plásticos en nuestra vida diaria. Según ella, necesitamos «evidencia científica sólida» para decidir cómo vamos a monitorear y regular estos materiales en el futuro.

Lo preocupante es que estos nanoplásticos están por todos lados. Cuando tiramos una botella plástica y se descompone, genera estos pedacitos microscópicos que pueden terminar en nuestra comida, en el agua que tomamos y hasta en el aire que respiramos. Y como son tan pequeños, nuestros sistemas de filtración de agua y otros métodos de limpieza no siempre pueden eliminarlos.

Los investigadores dicen que van a seguir estudiando estos nanoplásticos para ver si también afectan a otras partes del cuerpo, no solo al hígado y al metabolismo de la glucosa. Quieren entender mejor cómo estos materiales interactúan con diferentes tejidos y qué otros problemas podrían causar a largo plazo.

Mientras tanto, quizás sea buen momento para pensar un poco más en cuánto plástico usamos en nuestra vida diaria y cómo podríamos reducirlo, especialmente cuando se trata de los envases que tienen contacto directo con nuestra comida y bebida.

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