En los últimos años el consumo de agua gasificada ha crecido de manera notable y hasta ha ganado cierta “moda” en algunas personas.
Una de las razones de este aumento es que los consumidores, buscan un reemplazo a las bebidas azucaradas, lo que pocos hacen es detenerse a leer sobre sus pros y contras.
Según el Centro Médico Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), además de llevar ácido carbónico contienen, otros componentes como calcio, sodio, cloro, nitrógeno, magnesio y, ocasionalmente, litio.
Los expertos hacen un llamado a los consumidores a tener moderación y detenerse a pensar en los efectos adversos del agua con gas.
Aunque a simple vista parece una bebida recomendable, si abusamos de ella también puede ser perjudicial. De hecho, no es conveniente excederse de ella debido a que puede incrementar la presencia de gases en el tubo digestivo.