El pene es un órgano complejo que está formado de tejidos, músculos, arterias, venas, cuerpos esponjosos, cavernosos y nervios. Empieza dentro del cuerpo, cerca de la próstata y termina en el glande varios centímetros fuera del cuerpo. Sus partes visibles se componen de una base, tronco o asta, corona y glande.
El tronco del pene cuenta con tres columnas de tejido eréctil: Dos cuerpos cavernosos y uno esponjoso. El cuerpo esponjoso se encuentra en medio de los dos cuerpos cavernosos envolviendo la uretra, conducto por donde sale la orina.
Finalmente el pene está envuelto en una capa de piel retráctil llamada cutis del pene, aunque comúnmente se le conoce como prepucio. El escroto, por su parte, es el tejido de piel que recubre a los testículos, es decir, la parte externa y visible de éstos.
Algunas de las enfermedades que pueden llegar a afectar la piel del pene y el escroto, de acuerdo a su gravedad, son:
Lesiones menores
Dentro de esta clasificación se encuentran las pápulas perladas, granulomas sebáceos, linfangitis esclerosante del pene o trombosis vena dorsal del pene.
Lesiones traumáticas
Se refieren a lesiones o golpes localizados, los cuales pueden ocasionar hematomas.
Úlceras en glande y pene
Pueden estar relacionadas con el padecimiento de herpes genital o sífilis.
Balanitis o balanopositis
Este padecimiento surge debido a una inflamación del prepucio y del glande. Algunas de las causas más comunes son una mala higiene e infecciones por bacterias, virus y hongos.
Tumores benignos
Éstos pueden ser leiomioma, neurofibroma, quistes cutáneos y queratosis seborreica.
Lesiones premalignas. Entre éstas se encuentran el condiloma acuminado, balanitis micácea y leucoplasia.
Tumores malignos
Aunque el cáncer de pene es poco común, entre los padecimientos más frecuentes de este tipo están la enfermedad de bowen, carcinoma escamoso del pene, carcinoma verrugoso y carcinoma basocelular.