A pesar de que el azúcar se encuentra de forma natural en diversos alimentos que nos ofrece la naturaleza, los expertos en el ámbito de la salud advierten constantemente sobre las peligrosas consecuencias de su consumo en exceso, sobre todo cuando se trata de azúcares añadidos.

Hoy te compartimos algunos de los efectos que podría experimentar tu cuerpo debido a este mal hábito.
En una investigación que duró 15 años, los participantes que obtuvieron de 17 % a 21 % de las calorías que consumían a través de azúcares añadidos tenían un 38 % más de riesgo de morir de una enfermedad cardiovascular en comparación con aquellos cuyo consumo fue del 8 %.
«Básicamente, cuanto mayor sea la ingesta de azúcar añadida, mayor será el riesgo de una enfermedad cardiaca», resume.
El estudio también resalta que el hígado es otro órgano que puede verse afectado por la ingesta de grandes cantidades de dulce.
«Su hígado metaboliza el azúcar de la misma manera que el alcohol y convierte los carbohidratos de la dieta en grasas», explica el informe. A medida que pasa el tiempo, ello puede conducir a una mayor acumulación de grasa en el organismo, aumentando el riesgo de derivar en la enfermedad del hígado graso.
Secuelas en el páncreas
El páncreas es un órgano de vital importancia para regular los niveles de glucosa en la sangre. Es el encargado de transportar la glucosa que se encuentra presente en el azúcar a través de la insulina que produce hacia todos los demás órganos de nuestro cuerpo que requieren de energía, como lo son el corazón, el cerebro y los riñones.
Cuando los niveles de insulina son bajos, la glucosa permanece en la sangre, dañando tejidos y generando una inflamación alrededor de los vasos sanguíneos, dando pie a complicaciones que van desde la falta de aire, la deshidratación por orinar en exceso y el daño hepático hasta incluso la muerte.