La cerveza, una de las bebidas alcohólicas más populares del mundo, ha sido objeto de numerosos estudios científicos que exploran sus efectos en la salud humana.
Mientras que su consumo moderado podría ofrecer ciertos beneficios para los riñones, como el aporte de vitaminas B12, niacina y agua, el exceso puede ocasionar graves problemas renales y metabólicos.
Según especialistas de la Mayo Clinic, el alcohol contenido en la cerveza puede deshidratar el organismo y sobrecargar los riñones, cuya función principal es filtrar la sangre y eliminar desechos. Además, su alto contenido calórico puede contribuir al sobrepeso, un factor de riesgo para la formación de cálculos renales.
Aunque la cerveza es fuente de algunos nutrientes, su consumo debe ser moderado para evitar complicaciones renales y otros efectos perjudiciales a largo plazo.