El consumo de tomates no solo mejora nuestra salud, sino que, además mejora la calidad de nuestros platos y de los alimentos que consumimos.
Resulta que el tomate, considerado una fruta es un alimento muy nutricional y recomendable para toda la familia, incluso en algunos lugares del mundo suelen darlo como té a los bebés.
1. Los tomates son buenos para tu corazón
El tomate contiene mucha fibra, así como potasio, vitamina C y colina (un tipo de vitamina B). Todos estos elementos reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
El potasio, por ejemplo, es ideal para regular tensión arterial y evitar el peligro asociado a las enfermedades isquémicas, según lo detalla este estudio publicado en British Medical Journal.
Por otro lado, el licopeno presente en los tomates regula los niveles del llamado “colesterol malo” o LDL y triglicéridos en la sangre.
2. Contrarresta el efecto de humo del cigarrillo
¿Fumas? ¿Trabajas o vivís en un entorno donde hay fumadores? Entonces, además de plantearte poner rápidas soluciones a estas situaciones, es recomendable que consumas a diario uno o dos tomates.
3. Comer tomates cuida la salud digestiva
El consumo regular de tomates nos ayuda a evitar tanto el estreñimiento como la diarrea. Gracias a su contenido en fibra, estimulamos el movimiento peristáltico de los músculos digestivos y también la liberación de los jugos gástricos.
4. Cuidan de tu vista
La vitamina A, presente en los tomates, ayuda a cuidar de nuestra visión. Asimismo, es muy adecuada para prevenir la degeneración macular.
La vitamina A es un antioxidante esencial que combate los efectos negativos de los radicales libres y que cuida de la salud de nuestros tejidos.
5. Comer tomates para una piel más sana
Tanto el consumo como la aplicación externa de tomate puede ser beneficiosa para la salud de la piel. El licopeno contenido en los tomates ayuda a proteger la piel contra los rayos ultravioleta.
Por otro lado, este alimento contiene vitamina E, vitamina C, agua y otros elementos determinantes para mantener la piel hidratada y joven. ¿Qué tal si pruebas una mascarilla con pasta de tomate? Es idónea si tienes la piel grasa.