El reconocido oftalmólogo y cirujano ocular Joern Jorgensen, CEO del grupo EuroEyes International, activó las alarmas sobre la salud visual de la generación Z, la cual enfrenta un riesgo sin precedentes de padecer miopía a niveles epidémicos, e incluso, ceguera.
Jorgensen, quien toda su carrera la ha dedicado a la salud ocular, subrayó la necesidad imperiosa de revisar y modificar cómo nuestros jóvenes disfrutan de su tiempo libre.
La crítica situación visual de los niños nacidos en la era posterior a los milenials se atribuye a la falta de exposición a la luz natural durante su etapa de pubertad, confinados en espacios cerrados y sumergidos en el mundo digital de sus dispositivos electrónicos.
Más allá de la miopía, los expertos advierten sobre el riesgo de ceguera infantil como consecuencia del uso prolongado y desmedido de dispositivos móviles.
La constante exposición a la luz azul emitida por estas pantallas puede acelerar la maculopatía, una degeneración de la mácula, parte central de la retina responsable de nuestra visión detallada y central.
La Asociación Oftalmológica Americana detectó un incremento en casos de «síndrome de visión de computadora» entre niños y adolescentes, caracterizado por fatiga visual, dificultad para enfocar y dolor de cabeza, síntomas que, a largo plazo, pueden contribuir a problemas de visión más graves.
«En las generaciones pasadas, los niños exploraban el mundo fuera de casa, hoy todo lo que buscan y necesitan lo encuentran en las pantallas frente a ellos», expone preocupado Jorgensen.
Esta reducción en la exposición a la luz solar natural es un factor determinante en el alarmante incremento de casos de miopía, hasta el punto de describir la situación como una epidemia.
El especialista recalcó sobre la importancia de la luz natural en el desarrollo de una visión saludable, subrayando que actividades al aire libre como el fútbol o cualquier deporte activan procesos químicos esenciales.
Uno de estos es la liberación de dopamina, que juega un papel crucial como inhibidor del crecimiento excesivo del globo ocular, origen de la miopía.
Además, Jorgensen advierte sobre los riesgos asociados al uso excesivo de pantallas. La proximidad de estas a nuestros ojos reduce la frecuencia del parpadeo, afectando negativamente nuestra visión.
El enfoque continuo en distancias cortas puede provocar un estiramiento muscular y desplazamiento del cristalino, llevando a un alargamiento del globo ocular y deteriorando nuestra capacidad para enfocar objetos lejanos.
A nivel global, la miopía muestra un aumento alarmante. En el Reino Unido, los casos se han elevado un 46% en las últimas tres décadas. En China, la prevalencia ha escalado del 30% al 95% en zonas urbanas.
Contrario a esto, áreas rurales chinas presentan tasas mucho menores de miopía, gracias a una mayor actividad al aire libre de los niños.
Irfan Jeeva, del Hospital Pinderfields en el Reino Unido, se suma a la voz de alerta de Jorgensen.
Cada vez más jóvenes requieren anteojos debido al uso excesivo de dispositivos digitales. Según la Coalición Mundial para la Concientización sobre la Miopía, el 52% de los niños de hoy juegan menos al aire libre en comparación con sus padres.
Ante esta realidad, los especialistas urgen a los padres a limitar el tiempo frente a las pantallas de sus hijos, promoviendo actividades al aire libre para salvaguardar su salud visual.
La prevención y la concientización sobre los riesgos del uso excesivo de dispositivos móviles se perfilan como las mejores estrategias para combatir esta creciente «epidemia visual» en la era digital.