El uso excesivo de videojuegos y teléfonos celulares entre niños y adolescentes está generando una creciente preocupación médica por el aumento de dolores y lesiones en las manos, muñecas y otras articulaciones. Estudios recientes y la opinión de expertos confirman que el abuso de estos dispositivos puede provocar desde molestias temporales hasta trastornos musculoesqueléticos crónicos, con consecuencias a largo plazo si no se toman medidas preventivas adecuadas.

El acceso y uso de dispositivos electrónicos entre menores de edad ha alcanzado niveles históricos sin precedentes. Según datos de Pew Research Center y Common Sense Media, el 95% de los adolescentes estadounidenses tiene acceso a un teléfono inteligente, y el 83% dispone de una consola de videojuegos en casa.
El tiempo de pantalla promedio supera las 7 horas diarias, con picos de más de 4.5 horas solo en el uso del teléfono móvil entre adolescentes de 11 a 17 años. Además, el 44% de los adolescentes mayores revisa su teléfono más de 100 veces al día, y más de la mitad recibe más de 200 notificaciones diarias.
El fenómeno es global: En América Latina, Asia y Europa, la penetración de los teléfonos inteligentes entre jóvenes supera el 85%, y el uso intensivo de videojuegos es especialmente alto entre varones, aunque la brecha de género se reduce en el uso de redes sociales y mensajería.
Evidencia científica
Diversos estudios internacionales recientes (2020-2025) han documentado la alta prevalencia de dolor musculoesquelético asociado al uso intensivo de videojuegos y smartphones.
En Colombia (2025), un estudio con 622 adolescentes de 10 a 18 años halló que el 56.3% reportó dolor musculoesquelético, principalmente en la parte superior de la espalda (30.4%), cuello (29.3%) y hombros (21.1%). El dolor en dedos y muñecas fue especialmente frecuente en quienes presentaban mayor dependencia al móvil. Las mujeres y los adolescentes mayores reportaron más dolor que los varones y los más jóvenes.
En Asia (2025), investigaciones en Pakistán y Arabia Saudita muestran que más del 60% de los jóvenes gamers experimentan dolor en cuello, hombros, espalda baja y muñecas. El dolor suele aparecer tras 30 minutos de juego continuo y se asocia a posturas inadecuadas y falta de pausas. El 64% de los usuarios intensivos de smartphones reportó dolor en cuello y manos, con mayor incidencia en mujeres.
Factores de riesgo
Los investigadores han identificado varios factores de riesgo cruciales. La duración del uso representa un elemento clave: El riesgo de dolor se duplica por cada hora adicional de juego o uso del móvil. El género también influye significativamente, ya que las mujeres adolescentes sufren el doble de dolor que los varones, según la escala Visual Analogue Scale (VAS).
La postura inadecuada, especialmente el uso prolongado en posiciones encorvadas o con muñecas en flexión, aumenta considerablemente la probabilidad de lesiones. Además, el tipo de dispositivo importa: El dolor es más intenso con consolas de videojuegos (Xbox, Gameboy) que con teléfonos móviles, aunque el uso intensivo de ambos resulta perjudicial.
Consecuencias a largo plazo
El abuso de videojuegos y celulares puede provocar diversas afecciones reconocidas por la medicina moderna. Las lesiones por esfuerzo repetitivo (RSI en inglés) incluyen tendinitis, tenosinovitis, síndrome del túnel carpiano y «Pulgar de Jugador» (Gamer’s Thumb) (tenosinovitis de De Quervain), caracterizadas por dolor, inflamación y limitación de movimiento en dedos y muñecas. También se presentan trastornos musculoesqueléticos (MSD) que causan dolor crónico en cuello, espalda y extremidades superiores, que puede persistir si no se trata adecuadamente.
Los especialistas advierten que, si no se interviene a tiempo, estos problemas pueden volverse crónicos y afectar la calidad de vida en la adultez. «Los síntomas de RSI generalmente pueden mejorar por sí solos con remedios caseros sencillos, pero si no se tratan, pueden provocar dolor crónico y problemas a largo plazo«, advierte la Clínica Cleveland. La intervención temprana y la prevención son clave para evitar secuelas permanentes.
Recomendaciones preventivas
Ortopedistas y ergonomistas coinciden en la importancia de la prevención y el tratamiento temprano. Las recomendaciones incluyen ajustar la ergonomía mediante posturas adecuadas, usar sillas y escritorios apropiados, mantener las muñecas rectas y los dispositivos a la altura de los ojos.
Es fundamental realizar pausas regulares cada 30-60 minutos, estirar manos y brazos, y alternar actividades. La educación resulta crucial para enseñar a niños y adolescentes sobre los riesgos del uso excesivo y la importancia de la postura correcta.
«Comprender e implementar la ergonomía puede mejorar drásticamente su salud ortopédica y prevenir lesiones en el lugar de trabajo. La prevención es la mejor medicina cuando se trata de salud ortopédica«, señala la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, enfatizando que esta «epidemia silenciosa» de dolor y lesiones requiere atención inmediata para proteger la salud musculoesquelética de las nuevas generaciones en la era digital.