Café: El café no solo nos despierta cada mañana, también puede ser un gran aliado de la belleza, las pequeñas partículas del café molido tienen un efecto de arrastre con el que podemos exfoliar tanto la piel del rostro como del resto del cuerpo, basta mezclarlo con el gel o la crema limpiadora que tengamos en casa.
Leche en polvo y avena: Añade además un poco de maicena y ve removiendo conforme añades un poco de agua. El objetivo es que la mezcla tenga la consistencia suficiente como para poder aplicártela sin problemas.
Azúcar y limón: Dos cucharadas de azúcar y medio limón son suficientes para elaborar este exfoliante casero que, además, es especialmente refrescante.
Miel y avena: Especialmente indicado para las zonas más ásperas como los codos y las rodillas. Conviene dejarlo actuar durante un cuarto de hora aproximadamente.
Aceite de oliva y azúcar: Pon en un bol el azúcar que vayas a emplear según la zona a exfoliar y ve añadiendo aceite poco a poco, controlando la densidad de la mezcla.