Hoy 16 de julio, estaría cumpliendo 66 años, nuestra querida Arlen Siu, 66 años estaría cumpliendo puesto que al caer heroicamente en el Sauce, hace 47 años, un 31 de julio o primero de agosto de 1975 apenas cumplía sus 20 años.
Muchos me han preguntado si el sacrificio de Arlen valió la pena, y yo respondo sin dudar que con cada niño y niña, con cada madre campesina, viviendo con salud dignidad, paz, y con muchas oportunidades de crecer como seres humanos, me lo confirman, con el hecho de tener un país independiente y soberano, que no se rinde ante las amenazas y acciones del imperialismo, y que avanza consolidando los derechos sociales de su pueblo, me lo terminan de reafirmar, sí valió la pena, sí vale la pena.
Deseo expresar que mi madre y yo, nos hemos mantenido firmes en nuestras convicciones sandinistas, confiando en la sabiduría de nuestro querido Comandante Daniel, de usted, claros de que ambos se han agigantados para enfrentar los intentos golpistas y hacerlos fracasar.
Estoy convencido en que los ajustes necesarios a nuestro modelo, que se adecue a los cambios en la correlación de fuerzas internacionales, y el hecho de haber dejado atrás el mundo unipolar que nos imponían alianzas temporales con nuestros enemigos históricos, estoy convencido que con esos ajustes indispensables vamos adelante.
En esta nueva etapa del proceso revolucionario y evolucionario la defensa de la paz es nuestra prioridad, el desmontaje de las instituciones que desarrolló el neoliberalismo para controlar y dominar al pueblo en su conciencia y opinión, no debe pasarse por alto.
Debemos continuar trabajando para consolidar los avances en todas las direcciones, fortaleciendo la economía popular, familiar, cooperativa, apoyando los esfuerzos de los emprendimientos que logren el bienestar del pueblo nicaragüense. Le reafirmo, soy un soldado de la Patria, siempre dispuesto a defenderla.