Nicaragua es joven, siempre será joven. Sus jóvenes, creo que tenían de media 18 – 20 años, limpios, puros, de amor a su clase trabajadora, son protagonistas en una acción de principio para lo que plasmarían poco después: se hicieron con el Palacio Nacional, le habían llamado Operación Chanchera porque allí se reunían los “chanchos”. Fue un trabajo basado en la Memoria, Conciencia, Valor y Disciplina de Revolucionarias y Revolucionarios, como vemos muy jóvenes. Al ponerme al habla con aquellos guerrilleros tantos años después, me llamó la atención su fortaleza moral y política, hablaban de su pasado y presente como todo uno solo, tan decisivo fue que oírselo contar me hace vivirlo un poco. La Revolución enfrentaba las últimas batallas contra el tirano Somoza y su casta.
El caso es que en Nicaragua los tsunamis Revolu-cionarios, empezando por el que produjo el General de Hombres Libres, siempre han sido impulsados por jóvenes, él mismo Augusto Cesar Sandino era joven, gente de vista limpia, paso firme, conciencia antiimperialista clara y determinación.
Nicaragua es joven, la Historia que en tantos sitios se pierde, aquí es fresca y se vive a diario, es la mejor manifestación de salud Nacional, salud de Soberanía e Independencia, la Memoria de la Revolución es su arma poderosa. El General Sandino tenía 17 años cuando vio como los asesinos yanquis llevaban sobre una carreta de bueyes el cuerpo fusilado del Presidente Benjamín Zeledón, y su pobreza quedó golpeada con aquella imagen que elevaría su condición a la colina desde la que iba a divisar la necesidad de la transformación política. Después de numerosas vicisitudes y luchas sindicales, con 31 años tomó las armas para expulsar a las tropas imperialistas.
Jóvenes, son de puro corazón. Miren al Presidente Fidel, contaba 30 años cuando se sube al Granma y hace que la bandera de Cuba vibre con la Memoria Histórica Revolucionaria. Miren al Presidente Chávez, con algo menos de 30 años funda el Movimiento Bolivariano Revolucionario y desemboca con el triunfante Movimiento Quinta República. Jóvenes de la América Antiimperialista. Carlos Fonseca, Tomás Borge, Daniel Ortega, Rosario Murillo, jóvenes nicaragüenses.
En otros continentes, en otras latitudes, África, Medio Oriente, Oriente Lejano, China, Rusia, país por país, los jóvenes de la clase obrera encabezan las fuerzas que aspiran a hacer una gran tortilla, no se trata de darle la vuelta a la exclusiva para la minoría. Los jóvenes Revolucionarios luego siguen cumpliendo años haciendo la tortilla, siempre hay que partir huevos, tortilla de justicia de la clase laboriosa, de la inmensa mayoría, nada que ver con la tortilla que se come sola la minoritaria clase burguesa, entreguista, imperialista de Europa, donde hay jóvenes que han tenido momentos para contar, pero hoy es colonia de EEUU.
Déjenme celebrar la Memoria Histórica de Nicaragua que hace diariamente la justicia de la clase laboriosa, déjenme hacerlo con el grito enfrentado a los asesinos somocistas: “¡Que se rinda tu madre!”, así gritó el 2º día de 1970 el Guerrillero Sandinista, otra vez un joven trabajador, Leonel Rugama, 20 años, de origen palestino, qué Memoria tenía, qué conciencia política, qué mirada tan pura, tan significante, era poeta, no conozco mejor verso que ese ¡que se rinda tu madre! Con otros dos camaradas de 18 y 19 años, ¿hablamos de jóvenes Revolucionarios?, se llamaban Roger Núñez y Mauricio Hernández, se enfrentaron con las armas mientras gritaban y cantaban por la Revolución haciendo subir su espíritu de lucha libertador. Nación de jóvenes con Memoria, Nicaragua Sandinista por eso grita al imperio: ¡Que se rinda tu madre!