Fue amigo de escritores de la talla de Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes; realizó una de las entrevistas biográficas más completas al Comandante Fidel Castro y era «un loco enamorado de las muchachas». El Comandante Tomás Borge fue un revolucionario armado de metáforas, amante de las palabras, enemigo de la injusticia.
Fue hasta hace apenas dos años (30 abril, 2012), cuando el pueblo nicaragüense –desde horas de la madrugada- salió a las calles consternado y se convocó en el Palacio de la Cultura, ubicado en la histórica Plaza de la Revolución, en Managua. Desde allí le dieron el ¡Hasta siempre, Comandante! Miles lloraron, llevaron flores, izaron banderas de lucha, de dignidad.
El Comandante Edén Pastora no se equivoca al destacar que “Tomás fue un hombre con muchas facetas”, la faceta de escritor, aunque sigue siendo la más desconocida, circula como una leyenda entre los pueblos de América. Su literatura es vasta y secreta, pero poco a poco se viene desmontando ese velo. Precisamente aquel día de su partida física, no muy pocos nicaragüenses asistieron a su último adiós con poemarios, novelas y viejos periódicos entre manos.
Mi venganza personal…
Para el conocido ‘Comandante Cero’, “la obra de Tomás no se lee, hay que estudiarla”. Pastora atina su opinión en un momento clave donde el poeta ha pasado a otro plano de vida, y nos ha legado su compromiso de lucha. Su tesoro de palabras ha quedado para recontar la historia, y esa historia brota desde el seno mismo de la revolución nicaragüense, hoy encaminada por el Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo.
El Comandante Edén Pastora rememoró aquella admirable frase del poeta Tomás Borge, una expresión poética que incluso inspiró a músicos y artistas extranjeros: “Mi venganza personal es perdonar”, dijo Edén parafraseando a Tomás. En realidad, se recuerda a aquel momento cuando el Comandante Tomás, en septiembre de 1979, mandó a liberar varios detenidos de la guardia somocista. Entre estos estaba un hombre que –previo a la toma del Palacio Nacional- lo había torturado, a lo cual el poeta le dijo “Esta es mi venganza. Yo te perdono”.
“Ya tenemos dos años de haber visto su partida a la inmortalidad, y yo en un momento, a la hora de su muerte, dije que el pueblo de Nicaragua lo iba a recordar siempre, y lo estamos recordando”, expresó Edén, quien en 1978 fue uno de los protagonista del operativo ‘Muerte al Somocismo’, a través del cual se posibilitó liberar al Comandante Tomás Borge y otros presos revolucionarios de las cárceles regentadas por la dictadura somocista.
El guerrillero de las metáforas
Para el historiador Aldo Díaz Lacayo, “Tomás siempre fue un poeta”. Era un poeta en sus discursos y un poeta en su prosa. Tras su paso a la inmortalidad, su poesía quedó dispersa por el mundo, publicada en sus libros: La Paciente Impaciencia (Premio Casa de Las Américas, 1989), Un grano de Maíz (1992) y los poemarios La Ceremonia Esperada (1990) y A la sombra de un grano de sal (2009).
“Tomás es el hombre de las metáforas. Sus metáforas eran muy propias, yo nunca he oído o leído a otro poeta con metáforas semejantes, y me llama la atención la poesía de Tomás que es de carácter subversiva, como que siempre estuviera tratando de conspirar. Es una poesía bella”, advirtió Díaz Lacayo, además de agregar que sus versos han sido traducidos al inglés, francés, alemán, italiano, portugués, griego, árabe y otros cinco idiomas más.
El historiador nicaragüense destacó que la poesía de Tomás trastoca la sensibilidad y ahonda en su vida revolucionaria. En aquel inolvidable poema ‘Epílogo’, el poeta viene anunciando su partida y ha dicho certeramente “Voy a morir con la columna vertebral intacta / con los nudillos de las manos maltratados”, y abiertamente declara entre sus versos, haciendo alusión a la opresión del régimen somocista: “Mi venganza personal será mostrarte la bondad que hay en los ojos de mi pueblo”.
El reclamo que hace a Gabo
En su último libro ‘A la sombra de un grano de sal’ (2009), el doctor Aldo Díaz Lacayo subraya el reclamo que el Comandante Tomás Borge hace al escritor colombiano (recientemente fallecido), Gabriel García Márquez. El poema, advirtió el historiador, cita de esta forma: “A la hora de los arcos triunfales, llegó el Gabo / y le reclamé el hurto de la frase “Allende es de los muertos que nunca mueren”; cuando yo había dicho años atrás: “Carlos Fonseca es, con exactitud, de esos resucitados”.
Con destino hacia el hermano pueblo bolivariano de Venezuela, Díaz Lacayo recordó haber ‘tenido la suerte’ de coincidir con Tomás Borge y el narrador argentino Julio Cortázar en el Aeropuerto de Managua. “En ese momento Julio era recibido por Tomás en el Salón de Protocolo”, detalló. El historiador destacó que “Tomás quiso de una forma extraordinaria a Julio”. “Dice Tomás (hablando de Cortázar): Cortázar imposible / ya lo lloré demasiado / se parecía a Frankenstein y a un rayo de Luna”.
¡Hasta siempre Comandante!
Desde su jovialidad, afán y admiración por la literatura de carácter social y contestatario, la compañera Reina Padilla, integrante de la Red de Jóvenes Comunicadores de Juventud Sandinista, sostuvo haber tenido una experiencia enriquecedora al profundizar en el texto ‘Carlos, el amanecer ya no es una tentación’, libro que el Comandante Tomás Borge escribió desde la cárcel, cuya introducción atina: “El que escribe estas líneas se parece tanto a un escritor, como García Márquez a un vendedor de frigoríficos”.
“El Comandante Tomás es un ejemplo para nosotros los jóvenes, porque desde pequeño ha sido además de un luchador, un autodidacta. A través de su poesía uno puede conocer el inicio de la revolución”, puntualizó la joven, además de agregar que al momento del fallecimiento del poeta guerrillero, “fue difícil saber que se nos iba el último sobreviviente fundador del Frente Sandinista. Todos nos convocamos en la Plaza de la Revolución para darle el ¡hasta siempre!, y levantamos esas banderas de dignidad, esas banderas de lucha”, recordó.
Una poesía clara y auténtica
Al referirse al libro ‘Un grano de maíz’ (entrevista al padre de la revolución cubana, Fidel Castro, 1992), Padilla subrayó que hasta el mismo Comandante-Eterno Hugo Chávez Frías en un momento llegó a comentar que lo había leído y le había servido de inspiración para seguir luchando por la liberación del pueblo venezolano. “En este libro, el Comandante Tomás decía que el Comandante Fidel Castro era el génesis de las revoluciones en América Latina”, citó.
Esta joven comunicadora, al igual que el doctor Díaz Lacayo y el Comandante Edén Pastora, logra reafirma que la poesía del Comandante Tomás Borge es “sencilla, clara y auténtica”. Sus versos han sido inspirados en la realidad de esa revolución del pueblo nicaragüense que le tocó defender su dignidad frente a las injusticias, ese pueblo, como él mismo lo describe que “bajo de su piel /roji-negro tiene erguido el corazón”.