Cómo se atreve el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado,y su ministerio de Relaciones Exteriores inmiscuirse con un injerencismo increible en Nicaragua, irrespetando abierta y cinicamente todo principio de neutralidad en los asuntos internos y externos de todo país soberano, como lo es Nicaragua.
En estos tiempos en que Nicaragua atraviesa por su mejor momento económico, político y social, es víctima de una conspiración de las fuerzas tenebrosas dentro del territorio nacional, apoyados por fuerzas tenebrosas provenientes del exterior, como aparentemente lo está haciendo Costa Rica desde el plano diplomático con declaraciones oficiales abiertamente nada más y nada menos que de su presidente y sus ministerios de su flamante gabinete.
Con las declaraciones del presidente costarricense Carlos Alvarado, no cabe la menor duda de que la conspiración a través de un golpe de estado contra el gobierno legítimo de Nicaragua, que fracasó rotundamente, fue puesto en ejecución abiertamente también con la complicidad de ciertos sacerdotes de la Iglesia Católica.
Cómo se atreve, entonces, el señor Carlos Alvarado, flamante presidente costarricense, “solicitar” ” al gobierno de Nicaragua que cambie de actitud contra los actuales manifestantes, que andan haciendo averías por todo Nicaragua, y quienes a todas luces se observa que no han desistido de intentar golpear al Gobierno Sandinista con marchas seudo pacíficas, cuando todos sabemos que esas “marchas pacíficas” (entre comillas), son el preludio de nuevas asonadas sangrientas que tanto luto han dejado a través del territorio nacional.
Por lo menos ya sabemos que el gobierno costarricense es parte de la conspiración internacional y a los hechos me remito.
Ahora bien, el Señor Carlos Alvarado, en lugar de estarse viendo en el espejo de otros países que realmente son independientes, como lo es el gobierno de Nicaragua. Más bien debe mirar el reflejo gigantesco de una mentira gigantesca que le ofrece su propio país, COSTA RICA, del que sabemos perfectamente el manto imaginario de bienestar que ofrece, pero que, en realidad, es un espejismo en el que han vivido por muchísimo tiempo y que comienza a develarse para horror de los costarricenses.
Y a mi, en lo personal, que el presidente Carlos Alvarado no me venga a contar cuentos de caminos, pues conozco muy bien la historia política, económica y social de los costarricenses, a quienes estimo y respeto muchísimo, pues viví y trabajé en ese lindo país durante varios años como corresponsal extranjero de una agencia interancional de noticias de los Estados Unidos.
Durante ese tiempo, realicé centenares de reportajes, entrevistas a políticos, ricos y pobres y en su mayoría a los que vivían de trabajos irregulares… podriamos decir.
Recordemos por qué Carlos Alvarado fue electo presidente de Costa Rica:
En primer lugar, según encuestas extranjeras, la gente no sabía por quién votar… no había candidatos creibles, los partidos políticos tradicionales estaban por el piso, el pueblo lanzó su voto al mejor postor, sin ser realmente el mejor postor… Esa es la sociedad actual costarricense… con el perdón de los costarricenses.
Señor Presidente Alvarado: El espejismo de bienestar comienza a desaparecer y aparece, de pronto, la cruda realidad: Costa Rica está atrapada totalmente por las drogas alucinógenas y por supuesto, por los narcotraficantes… dueños, señores y barones de calles, carreteras, y antros donde las drogas sustituyeron en su mayor parte al consumo de cervezas.
El lavado de dinero proveniente del narcotráfico es invertido en empresas legítimas, convirtiendo a personas honradas en delincuentes, con la amenaza de que si no aceptan la “Sociedad”, serán eliminados.
Señor Presidente Alvarado: los muertos y heridos aparecen en las mañanas en medio de las calles y carreteras de Costa Rica víctimas del narcotráfico, del crimen organizado y de la violencia producto de la delincuencia comun.
Señor Presidente Alvarado: No lo digo yo, sino las Naciones Unidas: Costa Rica es uno de los países mas violentos de América Latina.
Señor Presidente Alvarado: las huelgas de obreros y campesinos son cada día más frecuentes en Costa Rica y son reprimidos con violencias… REPITO SON REPRIMIDOS CON VIOLENCIA por una policía costarricense que violenta los derechos humanos.
SEÑOR PRESIDENTE DE COSTA RICA, CARLOS ALVARADO: En lugar de criticar al gobierno de Nicaragua, mejor observe la bomba de tiempo que hay en Costa Rica con el narcotráfico y el terrible consumo interno de estupefacientes, que es el que mantiene el empleo en su país.
Señor presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado no mire la barba de otro y más bien ponga su barba en remojo.