Pocos deben saber que don Enrique Bolaños Geyer posee, en una bodega en su casa de El Raizón, un artesanal «wikileaks» que haría temblar a muchos políticos y otro tipo de «personalidades» nicaragüenses, especialmente a los traidores y cobardes del MRS-SRM, incluyendo cronistas «súper honestos».
Hace una década más o menos, siendo vicepresidente de Nicaragua, el ingeniero Bolaños me invitó a desayunar en su casa, una rica comida preparada especialmente por su ya fallecida esposa Lila T.
El desayuno se extendió a todo el día de una larga plática de pasado, presente y futuro, con absoluta franqueza, que lastimosamente fue motivo de una grave traición antiética de los editores de un medio al que yo le trabajaba en ese entonces y que utilizó y tergiversó cosas dichas «off the record» por don Enrique, con el sólo objetivo de hacer daño sin ningún sentido más que personal. Maldad pura, pues.
Pero al margen de eso que al final fue aclarado -la verdad tarda, pero siempre resplandece sobre la oscura infamia de los cobardes traidores capaces incluso de asesinar a un juez para evitar un fallo sobre un robo vulgar-, lo que me importa ahora es recordar que don Enrique posee una «bomba» de información embodegada que pondría a temblar de terror a políticos e incluso a «laureados» periodistas y cronistas que se las dan de puros y «honestos», adinerados por puro «trabajo tesonero», y que se autoproclaman «amigos leales» casi santos y próceres en Nicaragua, a pesar de las tropelías cometidas en sus ya lejanos años de juventud.
No es que piense yo que don Enrque es santo ni mucho menos, pero el material que tiene en su casa es explosivo.
Dicen que el ex mandatario nicaragüense (2002-2007) está cerca ya de terminar de editar un libro que podría ser todo un escándalo al estilo de don Julian Assange con sus filtraciones que conmueven al mundo.
Si don Enrique usó todos los cuadernos, recortes, grabaciones, correspondencia confidencial y demás material que está en sus bodegas, les aseguro compañeros que los muñecones, tro-feos, ex diplomáticos, los baecitos, los chamorrines, y sus amigos cronistas, y hasta actuales pre-candidotes de la derecha y neo-derecha de la Nicaragua actual, deberían buscar desde ahora cómo tener acceso directo al Fuerte Trivelli en Las Piedrecitas, para esconderse una vez que salga el libro de Bolaños.
Gracias a la generosidad y confianza -a pesar de tener pensamientos tan distinos- de don Enrique conmigo, tuve acceso a muchos de esos apuntes. Producto todo eso de un trabajo meticuloso de Bolaños. No dejé de sentir en él cierto rencor en algunos casos de algunas personas mencionadas, pero de todas formas son cosas verdaderas e innegables.
Les advierto, pues, a políticos, diplomáticos, empresarios, escritores, periodistas, analistas y hasta cronistas «santos»…, que se preparen si don Enrique logra publicar su libro. Hasta los de la OEA «mediando» en un caso de falsas acusaciones sexuales para tratar infructuosamente de cobrar medio millón de dólares, ya no digamos los secretos íntimos de los ex sandinistas MRS, y a sus escritores «honestos» y…, vaya, ¡que se acerca un «wikileaks» a la nica!.
No voy a adelantar tanto. Le toca a Enrique Bolaños la última palabra…, pero ya empiecen a temblar los «honestos» que hablan y lucen poses santas a diario en radio, tv y algunos periódicos.
¿Verdad, don Enrique?