Diario El País de España ha vuelto a arremeter en contra del Presidente Daniel Ortega y de Nicaragua. Siguen el guión, preparado en Washington, para quienes la Revolución Sandinista les causa incomodidad, acostumbrados a manejar a Nicaragua a su antojo, primero con la presencia de marines, luego con la tiranía de los Somoza y, durante un tiempo transitorio, con los gobiernos entreguistas de Violeta Chamorro y otras piltrafas traidoras al pueblo nicaragüense.
Según El País, con su artículo están poniendo el dedo en la llaga nicaragüense, como dije, en un afán de sometimiento, por parte de la Unión Europea, de España y de El País a la campaña de sanciones y agresiones verbales, económicas y de presión política por parte de Los Estados Unidos.
El País trae a cuanta los sucesos de 2018, durante los cuales, con el pretexto de protestar por una reforma al sistema de seguridad social propuesta por el gobierno, estos traidores condujeron a las protestas en las calles. Tan evidente es que no se trataba de evitar la reforma que, a pesar de que el gobierno dio marcha atrás, los disturbios siguieron. La intensidad de los protestantes subió de tono y muchos formaron barricadas y se armaron para atacar a la población, sobre todo a los militantes sandinistas, muchos de ellos atropellados, sometidos a humillaciones, a asesinatos y hasta a incendio de sus casas. Mientras tanto, para no generar más violencia, el Ejército y la Policía se mantenían acuarteladas y era el pueblo sandinista, mayoritario en Nicaragua, quien se enfrentaba a las turbas de bandoleros. Aprovechando esta circunstancia comenzaron a incendiar postas de la policía y a intentar entrar en los cuarteles. Fue cuando el Gobierno decide actuar para poner fin al bandolerismo.
Las protestas y luego los alzamientos eran promovidos y financiados por la embajada norteamericana en Managua y respaldados por el sector retardatario del clero. Hubo muertos, heridos, destrozos, pero lo que no dice El País es que la mayoría de las víctimas pertenecían al Frente Sandinista.
Ahora quieren volver a las andadas. Siempre con el financiamiento de los norteamericanos, a través de Organizaciones No Gubernamentales, financiadas para tergiversar la verdad mediante la prensa y la radio y televisión en manos de la oposición y que ha mantenido una brutal desinformación a lo largo del proceso revolucionario. Cuando se inició la pandemia publicaron fotografías de muertos en las calles que pertenecían a Ecuador para invalidad las acciones que el gobierno tomaba para combatir el COVID.
Amparado, el gobierno, en la Ley que aprobó doña Violeta, a quien todos mencionan como inoperante en su función como presidente, ha puesto tras las rejas a un grupo de ciudadanos (entre ellos una ciudadana Chamorro, ligada por su familia a muchas de las tropelías cometidas en contra de Nicaragua durante casi 200 años) que, con actos de traición a la patria , realizaban acciones destinadas a crear nuevamente el caos, siempre con el financiamiento norteamericano que al mismo tiempo se apoya en la OEA corrupta que dirige Almagro (yo le llamo Almugre). Son tan pocos que no tienen capacidad para cambiar el rumbo de Nicaragua por si solos y acuden a su amo yankee, el que siempre estuvo detrás de ellos a lo largo de la triste historia de atropellos por parte de Los Estados Unidos a Nicaragua. Esa fue la razón de Sandino y su lucha libertadora.
“Lo que hay en Nicaragua no es un gobierno acorralado metiendo presos a opositores por miedo a perder unas elecciones. Lo que hay en Nicaragua es un Estado de Derecho que investiga en estricta conformidad con la Constitución, las leyes vigentes y el Código Penal, a una red de ciudadanos que llevan años de conspirar contra la democracia, quienes organizaron en 2018 un golpe de Estado con financiamiento externo, perdieron, y desde entonces a esta parte han seguido abiertamente conspirando contra la democracia sin el menor apoyo popular. Ningún estado democrático puede tolerar una situación de ese tipo sin socavar las bases de ese mismo Estado, porque violenta y daña un genuino consenso democrático apoyado por la inmensa mayoría de la población”, nos dicen Jorge Capelán y Stephen Sefton.
Todo el ardor que se produce en Washington se genera porque en Nicaragua se lleva a cabo una transformación importante del país rumbo a la redención del pueblo: un adelantado sistema de salud con construcciones hospitalarias sin parangón en Centro América, la construcción de Carreteras de primera calidad, incluidas las que van a las regiones del Atlántico, eternamente aisladas y olvidadas; un sistema educativo muy fortalecido, una importante participación ciudadana en las decisiones que competen al rumbo que debe tomar el país, un empuje en la producción agrícola ganadera y mucha garantía para la producción industrial.
Pero más que desagradarse por estos avances de Nicaragua, disgusta a Los Estados Unidos, a la Unión Europea, a España y a El país, la cercanía de Nicaragua, con Cuba, con Venezuela y con Bolivia, países todos en la mirilla de los imperialistas pues no toleran disidencias que no admiten ser perros falderos en la alfombra del presidente de Eu. Los pueblos de América Latina les han salido respondones: en Bolivia fueron derrotados Almagro y sus amos, no han podido con Venezuela a pesar de su Guaidog y parece que el grupo de Lima va por el camino de quedarse sin Lima.
La Ministra de Relaciones Exteriores de España ha arremetido señalando con su dedo acusador a Nicaragua, como si se tratara de una madre advirtiendo a su hijo. El ministro de Relaciones de Nicaragua no tardó en darle, a la Ministra española, una respuesta advirtiéndole que Nicaragua no es colonia de España y que deberían pedir perdón por los horrores cometidos por los conquistadores en contra de los pueblos originarios de la tierra de Sandino.
El País ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el suyo. Habla de un “gulap” en Nicaragua pero se entera de la persecución en contra de los catalanes que luchan por su autodeterminación. Ni de la opresión a que han sometidos. Muchos líderes sufrieron injustamente prisión y ahora tienen prohibido participar en política, otros aún están en el exilio. Por otra parte, a los vascos también se les niega su derecho a la autodeterminación. El País miente sobre Nicaragua, también miente sobre España, en donde el franquismo, a través de Vox, del PP y Ciudadanos se proponen el retorno al franquismo, al fascismo español –no olvidemos su colaboración con Hitler- que ha dejado una estela de muerte en España -destaco el asesinato de García Lorca y la muerte en prisión de Miguel Hernández. Y qué decir de la monarquía corrupta que dirige esa nación, pues los escándalos de deshonestidad provocados por el Rey, ahora emérito, no acaban de salir a luz.
Está ahora al rojo vivo la guerra en El Sahara. El sufrimiento de ese pueblo es responsabilidad de España que se metió debajo de las sábanas e ignoró su obligación de entregar el Sahara a los pobladores legítimos para que formaran su Estado nacional. No atendió el derecho el pueblo saharaui a ser libres.
Tampoco debemos dejar de mencionar el maltrato que los migrantes latinoamericanos reciben en España, pues les consideran indios subdesarrollados y les tratan como esclavos. Recuerdo en una ocasión en que llegué a Barajas, debía tomar el avión a París y tenía pocos minutos para llegar a la terminal. Yo me acerqué a un agente para pedirle que me orientara. Él me respondió de manera insolente: -Acaso usted no sabe leer –me dijo señalando un tablero de avisos. -Si sé leer, señor. Soy doctor. Pero Ud. no sabe ser amable.
Señores de El País, tampoco podemos olvidar la hermandad y la cooperación nada transparente de España con el régimen de Arabia Saudí, autora de crímenes horrendos como el del periodista que fue descuartizado en las instalaciones consulares de Arabia en Turquía. No he visto que España presente ante la Corte Internacional Penal una demanda en contra de Arabia por este crimen incalificable. Tampoco censuran que España meta sus narices en Siria, en donde el pueblo lucha tenazmente en contra de los terroristas apoyados por Los Estados Unidos y Europa, incluida España. Nada dice España del narcotraficante que gobierna a Honduras. Hace unos días, por el contrario, le han tendido la alfombra roja en Madrid. En Honduras hay corrupción, presos políticos, muertos en las protestas, perseguidos y una prensa mentirosa igual que El País.
Las noticias que nos llegan de España son sorprendentes cuando nos informan de los numerosos asesinatos cometidos en contra de mueres por parte de sus maridos. ¿Será que este problema no debe interesar a El País? Es preocupante también la cifra de abandono escolar en España, comprada con la de los demás países de la UE.
Señorías de El País: los presos nicas son traidores a la patria, financiados por Los Estados Unidos para crear dolor en Nicaragua. No son líderes porque no tienen ningún respaldo popular. El pueblo está con la Revolución y apoya masivamente a Daniel. Estos que se dicen perseguidos no son ningún candidato, ni ningunos líderes, simplemente son instrumentos del imperialismo que quiere doblegar a Nicaragua para meterla en el redil de Almagro. Y eso, señorías de El País, lo veo muy difícil. Su obligación como periodistas españoles es interesarse por el gulap español y comiencen, en sus páginas, a exigir que el pueblo catalán y el pueblo vasco decidan, con libertad, su propio destino, al mismo tiempo que pongan las barbas en remojo porque el fascismo, con Vox, PP y Ciudadanos, está cerca de La Puerta de Alcalá.
27 de junio de 2021.