I
Michele Richardson, cuyo nombre encabezó las páginas deportivas y se lee en sus documentos personales, ahora extenderá su hazaña a la gloria permanente de rubricar el principal complejo de piscinas olímpicas que alguna vez se hayan construidos en Nicaragua.
La más grande atleta femenina del país se suma a estas iniciativas jamás impulsadas por un gobierno en toda la historia nicaragüense: el reconocimiento a las espléndidas biografías, aun por completarse, de quienes tanto han procurado lo mejor para su tierra natal.
Solo en la edad de la paz verdadera se pueden realizar estos actos de sublime justicia que, efectos benéficos aparte, permiten el privilegio a las nuevas generaciones de poder conocer, en carne y hueso, y no en los textos escolares, hemerotecas y museos, a quienes fueron honrados por estas monumentales obras epónimas.
Tres eran las malas costumbres practicadas desde la Independencia, y aún una insoportable, que fueron superadas por el Gobierno Sandinista: el de erigir un edificio en memoria de un glorioso difunto, el de quitar el nombre de una estructura vetusta por el de un héroe, y el de recordar a una personalidad con un hospital, un estadio o cualquier otra cosa que no tenía nada que ver con el homenajeado. Ah, y el colmo de inaugurar unas instalaciones con el nombre del que lo mandó a construir con recursos del erario, como ocurrió con Anastasio Somoza García.
Dennis Martínez y Michele Richardson gozan hoy de estas distinciones supremas cuando están saludables y sus calendarios se muestran muy verticales. La campeona olímpica ha dicho que es su gran medalla de oro.
Es muy seguro que Alexis Argüello hubiera completado,con el majestuoso Polideportivo, el victorioso trío de héroes deportivos, pero por razones ya conocidas, no logró vivir este agradecimiento patrio a su legendaria carrera pugilística.
La República, bien se puede decir, ha entrado al siglo XXI. Nicaragua porta las bendiciones de Dios y las energías terrenales que la acreditan para subir otros peldaños inusuales del desarrollo.
Vivimos los tiempos motrices de la historia: la de los hechos.
II
Ninguna otra institución política, desde la separación de la Federación Centroamericana, en 1838, ha incidido tanto en la Historia Nacional, como el Sandinismo, en sus tres momentos de amor, luchas y victorias, con sus caídas y avances, sus yerros y sus laureles: la gesta del General Augusto César Sandino (1927-1934); la Revolución Popular Sandinista (1979-1989)y su evolucionada e inclusiva vuelta al Gobierno (2006), conducido por el comandante Daniel Ortega y la escritora Rosario Murillo.
Ya no es el Frente de las ideas simples bajo la aparente complejidad teórica de aquella Dirección Nacional, Vicepresidente y aparatos de “Propaganda y Educación Política Ordene”, donde “los buenos” estaban a la “izquierda” y el resto a la derecha. Esos mismos señores que antes exaltaban a la URSS y al partido único, ahora glorifican su maniqueísmo en lamentable reversa: “los buenos” están en la derecha radicalizada y el resto a la izquierda.
Ya no son esos días del dogmatismo estéril y de la rigidez que encubrían la falta de creatividad de no pocos “cuadros revolucionarios”, hoy “demócratas”, cuando las autoridades del día a día ni siquiera respondieron a las llamadas del padre de Michele. La familia deseaba que la chavala participara en las Olimpíadas de Los Ángeles 84, bajo el pabellón nacional.
Pero las instituciones políticas, a menos que sean formaciones pétreas, son como las personas que deben aprender, crecer, y madurar. Y un partido está compuesto por seres vivos, no por credos inanimados, y peor, imaginarios que al final, como ya se ha visto, solo dejan en la ex izquierda radicalista desde rencores en abundancia hastaun abrumador lote de amarguras sin fecha de caducidad.
¿Qué hace al Frente Sandinista del siglo XXI ser diferente de los otros toldos políticos? Su vuelta al punto de partida nacional: Sandino. Su palabra. “Nada es más imperecedero que la palabra sincera”, dijo Carlyle. Y aún más, si es sostenida por la vida.
Nicaragua está hoy en la época de un largo primera vez. Salvo obras menores públicas, como algunas fuentes y rotondas, algún parque casi construido de antemano para el abandono, nada relevante se había hecho. La solidaridad con los más necesitados, los malecones y los puentes a desnivel había que mirarlos en otras partes del mundo.
III
De que hace falta avanzar más, ¡quién lo discute! En 2006 el Frente Sandinista no recibió un país de la Unión Europea, ni el presupuesto de los Yanquis de Nueva York. Heredó una “deuda pública inmanejable, y el crecimiento del Producto Interno es extremadamente lento, pese a que el Gobierno de Nicaragua negoció diferentes acuerdos de libre comercio, como el tratado entre Centroamérica y Estados Unidos” (El Nuevo Diario, 19 de noviembre 2006).
Heredó un 3.5% anual del PIB, que, gracias al modelo de alianzas, diálogo y consenso con la empresa privada y trabajadores, la ha remontado al 4.7-5%; tercer lugar en el escalafón de las economías de América Latina y El Caribe.
Heredó una rudimentaria democracia de V.I.P., que, paradójicamente, nunca fue cuestionada ni antes, ni durante, ni después del rito electoral, mientras la derecha era la “ungida”.
Heredó US$382 millones en ingresos por inversión extranjera directa, (IED). No obstante, al concluir 2017, el país habrá recibido US$1,472 millones en IED, informó la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
Heredó un país en picada…
Heredó, como muestra de aquel deprimente estado de cosas,la cancelación de vuelos directos de Iberia, Madrid-Managua, en octubre de 2004. Ahora, altos ejecutivos de la prestigiosa línea aérea española anunciaron el regreso en octubre próximo.
“El apoyo del gobierno de Nicaragua, el crecimiento económico y la seguridad de este país, son algunos de los factores favorables que nos han permitido entrar en funcionamiento otra vez; estamos convencidos que va a funcionar”, estimó Félix Gómez Pérez, director regional de Iberia.
Pero así como hay una inmensa colectividad que aprecia estos inéditos capítulos de nuestra Historia, también hay una extrema minoría especializada en difundir una imagen desoladora, distorsionada, de la realidad, como si el país hubiera quedado tal y como lo dejaron en 2006. No toleran este progreso azul y blanco, y ni siquiera ocultan su empeño de frenarlo a toda costa desde el exterior, valiéndose de cualquier artimaña y manipulación. ¿La razón? Es el FSLN.
Suponían, y supusieron mal, “que mataron a Sandino”, que el Frente, después del 90 estaba liquidado. Pero he aquí,el Sandinismo ha cambiado la faz de la República, un país que no más ayer carecía de horizontes diáfanos y de amaneceres posibles.
Sin embargo, más que un cambio, es una Revolución: estamos ante una Nicaragua habitable, segura, estética. Y agradecida con Michele Richardson. Son los Nuevos Tiempos que ya no caben en los odres viejos del pensamiento neocolonial…