La libertad de expresión no es desinformación

Antes, durante y después del intento de golpe de estado en Nicaragua los medios de comunicación, asociados a la oligarquía vende patria, ejecutaron la parte que les correspondía del manual de Gene Sharp en lo que respecta a subvertir la realidad (Fake news o posverdad: ambos términos implican una distorsión deliberada de la realidad para crear y transformar la opinión pública).

Estos medios en todo momento estuvieron claros que las palabras se transformarían en hechos y entre los meses de abril – julio del 2018 se transformaron en 198 víctimas del terrorismo golpista en Nicaragua.  Cada una de las muertes tiene igual peso ante la ley, siendo imperante destacar que los golpistas – terroristas asesinaron a 22 oficiales de la Policía Nacional como parte de su plan de desestabilización e intento de tomar el poder por la fuerza.

Las mentiras de los medios de comunicación oligárquicos eran difundidas las 24 horas del día a través de las redes sociales, señal de televisión abierta y por cable. Sin embargo, estos medios se quejaron en todo momento que el gobierno de Nicaragua “violentaba la libertad de expresión y no los dejaba hacer su trabajo periodístico”.

Estos medios eran acuerpados en todo momento por el conjunto de actores (pseudo organismos defensores de los derechos humanos: CIDH; CENIDH; ANPDH; Amnistía Internacional; Human Rights Watch y otras tantas siglas sin sentido, ONGs, algunos sacerdotes católicos, líderes estudiantiles instantáneos, etc.) pagados por el imperialismo norteamericano y europeo.

El objetivo principal era mantener a la población en zozobra, intimidando y generando psicosis colectiva (terrorismo psicológico) para evitar el retorno a la normalidad de las familias en Nicaragua. Es decir, en todo momento estos medios y organizaciones atentaron contra la vida de las personas sin distinción alguna de religión, opción política, posición económica, etc., lo cual implica que cometieron delitos graves tipificados en las leyes de la república de Nicaragua y legislaciones internacionales.

Ante las amenazas constantes de los medios del terror (medios golpistas) y las mafias violadoras de los derechos humanos (ONGs y pseudo organismos de derechos humanos) la reacción del gobierno de Nicaragua fue totalmente objetiva y apegada a derecho: se recabó la información necesaria, se tomaron declaraciones, se recibieron denuncias, se utilizaron las técnicas científico – investigativas acorde a las circunstancias, etc.

Esto proporcionó el insumo necesario para que las autoridades policiales haciendo uso de las facultades que la ley le confiere procediera a efectuar las detenciones de los implicados y determinar las responsabilidades. Se hace necesario explicar el proceder de la Policía Nacional de Nicaragua, puesto que las fábricas de noticias (cadenas internacionales de la línea editorial imperialista) difunden falsedades en el exterior y hablan de “estado policial”, “dictadura”, etc. para referirse al legítimamente constituido gobierno de Nicaragua.

Mientras en Nicaragua estas noticias falsas ya no tienen efecto alguno, en el exterior aún siguen causando controversias, ahí radica la necesidad de seguir informando y proponiendo alternativas a las fábricas de mentiras, por ejemplo, Telesur, RT, etc.

Estas fábricas de mentiras en ninguna circunstancia citan los delitos que cometieron las personas que han sido detenidas, tampoco mencionan que en todo momento los detenidos tienen su derecho garantizado a un abogado defensor, ni mucho menos han mencionado que la Policía Nacional cumple su rol investigativo y deja en libertad a quien no tiene nada que ver en los delitos imputados, en los tiempos que la ley prevé.

Las omisiones a la verdad mencionadas evidencian que el actuar de estas fábricas de noticias internacionales constituyen otra forma de agresión e injerencia contra el gobierno y pueblo de Nicaragua, puesto que el objetivo de tergiversar la realidad es la creación de una matriz de opinión adversa al gobierno del Frente Sandinista para aplicar sanciones e infundir miedo en los turistas que desean visitar Nicaragua.

Cuando el gobierno revolucionario a través de las fuerzas del orden (Policía Nacional y sus diferentes unidades), con el apoyo de la comunidad, derrotaron el intento de golpe de estado los medios de desinformación iniciaron una nueva etapa de corrupción de la verdad utilizando epítetos descalificativos para el legítimo actuar de la Policía, por ejemplo, “parapoliciales” para definir a la Policía, “secuestro” para definir detenciones, etc.

Todas estas mentiras y calificativos negativos se proponen deslegitimar el actuar de las fuerzas del orden. Por lo tanto, es de suma importancia mencionar que la Policía Nacional de Nicaragua es un cuerpo con grandes méritos por su actuar humano, comunitario, con grandes valores de honestidad y servicio a la población en general.

Los constantes ataques de las fábricas de mentiras hacia la Policía Nacional de Nicaragua son una especia de venganza porque la Policía protege las conquistas de la revolución, aplica la ley sin distinción alguna y sobre todo por haber derrotado el intento de golpe de estado. Esto gracias a la sabiduría, paciencia e inteligencia de nuestros líderes y gobernantes revolucionarios Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo.

Visto desde diferentes ángulos, las fábricas de mentiras han corrompido el derecho a la libertad de expresión y lo han convertido en desinformación, otro delito más por el que deben ser juzgados.

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