Reiterando su conducta de los últimos años, cabeza más visible del golpe a la democracia asestado contra Nicaragua, el diario La Prensa se lanza nuevamente contra el Poder Judicial, acusándolo de “condenar sin juicio” a los golpistas fallidos.
Las personas acusadas por el Ministerio Público y procesadas en los tribunales de justicia, están siendo juzgadas por la comisión de delitos comunes, claramente contemplados en al menos cuatro títulos de nuestro Código Penal vigente, entre ellos contra la tranquilidad pública, asociación para delinquir, crimen organizado, terrorismo, secuestro, lesiones graves, asesinato, etcétera.
A los líderes del golpe, refugiados desde siempre en las enaguas de La Prensa, les duele que se afirme que los golpistas cometieron incendios, asesinatos con armas convencionales y hechizas, utilizaron explosivos en contra de personas, bienes públicos y medios de transporte, desnudaron, pintaron, apalearon, quemaron y secuestraron personas solo por el hecho de no pensar como ellos.
La comisión de estos delitos no es un invento, sino algo del conocimiento generalizado de la población nicaragüense. Todos los vimos cometerlos, puesto que ellos mismos se encargaron de filmar y publicar los videos que ahora se han constituido en pruebas de los delitos acusados por el Ministerio Público. Estos videos todavía están disponibles y pueden ser vistos en las redes sociales.
En el procesamiento a las personas acusadas por estos delitos, las juezas y jueces actúan en estricto apego a la Constitución y las leyes de la república, garantizando el debido proceso, el derecho a la defensa y el cumplimiento de los principios rectores del proceso penal nicaragüense, como los de legalidad, inmediación y valoración de la prueba que llega al juicio, entre otros.
Las mentiras de La Prensa son el ejemplo típico de la impunidad mediática que reina en Nicaragua. Esta es la única “dictadura” donde se puede mentir 24 horas al día y encima hacerse ricos gracias a ello.