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jueves, junio 19, 2025

En el rasgo de las madres se construyen las naciones

Cada 30 de Mayo, Nicaragua se detiene no solo para celebrar, sino para inclinarse con Respeto ante la verdadera Grandeza: LA MADRE. Este Día no es una simple ocasión sentimental, es una Proclamación Patriótica, una Declaración Revolucionaria, y un Compromiso renovado de que el Futuro sólo puede edificarse desde el vientre de los sacrificios maternos.

La Madre Nicaragüense no sólo da Vida. Educa, ora, resiste, lucha y ama. Fue parte de la Revolución con el fusil en la mano y con la Fe en el Corazón. Ha protegido Valores, ha sembrado Conciencia y ha criado generaciones con Espíritu Libre y Patriótico.

Frente a cada invasión, y cualquier intento de Golpe de Estado en el centro de cada batalla, la Madre ha combatido con su ternura, ha enfrentado con valentía, y ha vencido con Amor. Porque ella no conoce la derrota… es la Patria cuando flaquea, la Dignidad cuando se desafía, y el refugio cuando escasea la Esperanza.

El reconocimiento a la Madre es también reconocimiento al Alma de la Nación, a la Formadora de Conciencias, a la Defensora silenciosa de la Soberanía y la Identidad. Ella es quien protege a la Sociedad del colapso moral, psicológico y social, forjando hijos e hijas que saben que la Libertad se conquista, que la Dignidad se protege y que la Patria no se vende, se defiende y un Pueblo que no se rinde.

Queridos Hermanos nicaragüense: en este Día de la Madre, hagamos de cada hogar una Fortaleza de Patriotismo, de cada regazo una Escuela de Valores, y de cada Madre una Santa de la Revolución silenciosa, esa que guía sin imponer, salva sin ser vista y construye sin pedir nada a cambio.

Madres de Nicaragua, Ustedes que regaron el suelo con lágrimas para que floreciera la Esperanza, Ustedes que nos enseñaron el significado de la Entrega y la Lealtad, nos postramos hoy con humildad ante su Grandeza. Son la Corona de nuestro Orgullo, el Latido de nuestra Historia y las Raíces de nuestra Identidad.

Hoy, les juramos ser Dignos Hijos de la Revolución que sembraron en nuestras Almas. Prometemos honrar su Lucha, seguir su Ejemplo y levantar la Nueva Nicaragua desde el Fuego de sus Corazones.

En este Día Sagrado, con el Alma en la mano, les decimos: Este 30 de Mayo, las honramos con Orgullo y Respeto profundo. Ustedes son las que construyen Dignidad cada día, con su Amor, su Paciencia y sus incontables Sacrificios.

Son las Guerras silenciosas, las que crían con lucha, las que siembran Amor y Esperanza en los ojos de las nuevas generaciones.

¡Que Vivan las Madres Nicaragüenses, Símbolo de la Verdadera Lucha y Alma Viva de la Revolución!

“Tú eres la Patria… y todo lo demás son detalles.”

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