El agroterrorismo como arma de guerra

Introducción

El terrorismo tiene muchas caras y constituye una de las amenazas más graves que hoy en día enfrentamos. Este pone en riesgo y amenaza a las sociedades, a las naciones y al ámbito internacional. La presión física y psicológica, producto de un ataque terrorista, tiene consecuencias humanas, sociales, económicas y medioambientales y crea una pérdida irreparable del objetivo a destruir. La estrategia de terrorismo está basada en debilitar y vulnerar sociedades. (Citak, 2022)

Hoy en día, organizaciones terroristas buscan crear miedo a través de ataques militares a infraestructura y a objetivos civiles específicos. Las técnicas y los métodos terroristas han evolucionado, siendo cada vez más aplicados los programas de ofensiva biológica.

Keremidis et al. (2013) enumeraron diferentes países que tuvieron programas de ofensiva biológica: Canadá (1939 – 1969), Francia (1922 – 1928, 1934 – 1940 y 1947 – 1972), Japón (1930 – 1945), Alemania (1923 – 1945), el Reino Unido (1940 – 1964), Iraq (1974 – 1991), Sudáfrica (1981 – 1995), Hungría (1936 – 1944 y 1945 – 1989) y los Estados Unido (1942 – 1969), por nombrar algunos.

La actividad biológica militar de Estados Unidos no es un fenómeno singular y se sigue desarrollando. Los laboratorios controlados por el Pentágono fueron creados en muchos países del espacio post-soviético, en estados de Asia, África y América Latina. Fuentes Chinas mencionaron que Estados Unidos posee 336 laboratorios en 30 naciones.

El agroterrorismo es parte del terrorismo biológico que utiliza Washington contra naciones que no están alineados a sus intereses y consiste en la introducción deliberada de un agente patógeno, ya sea contra el ganado o en la cadena alimentaria, para socavar la estabilidad socioeconómica y/o generar miedo (Chalk, 2003). Rohn y Erez (2013), investigadores israelíes, definieron el agroterrorismo como la acción hostil y dañina sobre la agricultura que incluye infraestructura, insumos, procesos y productos destinados a perjudicar sustancialmente los intereses nacionales o internacionales, con el fin de promover objetivos políticos del atacante. En estos proyectos, la Central de Inteligencia (CIA) mueve todos sus planes contra el desarrollo ganadero y agrícola de un país. (Turatis et al 2011).

En el año 2000, un medio palestino reportó que colonos israelíes vertieron aguas residuales en campos agrícolas palestinas (Keremidis et al. 2013). En el año 2022, Rusia obtuvo miles de evidencias del Programa de Armas Biológicas de EE.UU. en Ucrania. Cuba tiene páginas y páginas escritas sobre la Historia del Agroterrorismo de Estados Unidos contra Cuba (Prado et al. 2010).

Caracol Africano ¿Agroterrorismo en Nicaragua?

La victoria revolucionaria en Nicaragua constituyó para Estados Unidos una de las más humillantes derrotas políticas en su existencia, como gran potencia imperialista. A partir de esto, el gobierno de Estados Unidos no ha descansado en su afán de intentar derrocar a los líderes sandinistas, fomentando de manera antidemocrática cambios en el gobierno.

La guerra desatada contra Nicaragua ha quedado demostrada a través de acciones políticas, militares, económicas, biológicas, diplomáticas, psicológicas, propagandísticas, de espionaje, ejecución de actos terroristas y sabotajes, organización y apoyo logístico a bandas armadas y grupos mercenarios por parte Washington. El caso más emblemático es el escándalo Irán – Contra. El caso más reciente es la participación directa del gobierno de Estados Unidos en la organización y el financiamiento del intento fallido de golpe de estado en 2018.

Nicaragua es un país principalmente agrícola y ganadero. La organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO) mencionó que la soberanía y seguridad alimentaria es un eje transversal en todos los planes de desarrollo de Nicaragua. Nuestro país es de los pocos que cuenta con una ley de Soberanía y Seguridad alimentaria.  Nicaragua es el único país de la región que produce cerca del 90% de los alimentos que consume, teniendo en cuenta que más del 80% de la producción de alimentos del país está en manos de pequeños productores. (GRUN, 2022) Esto lo hace más vulnerable a los ataques agroterroristas.

El pasado 10 de agosto se encendieron las alarmas en Nicaragua, cuando se identificó la presencia del caracol gigante, originario de África. Este fue introducido al país ilegalmente en un vaso pequeño a través de la frontera con Costa Rica por un militar retirado de procedencia española.

Según el Grupo de Especialistas de Especies Invasoras (Invasive Species Specialist Group – ISSG) este es clasificada como una de las 100 especies exóticas invasoras más importantes del mundo y puede presentar un riesgo para la salud de los humanos, así como también para el agro, ya que es una especie que se alimenta de 500 especies vegetales. Oficialmente se declaró como plaga transitoria accionable en curso de erradicación, de conformidad a lo establecido en la Norma Internacional de Medida Fitosanitaria (NIMF – N° 8).

El ciudadano español que introdujo el caracol africano a Nicaragua cuenta con orden de aprehensión en tierras costarricenses y tenía la intención de liberar a los animales silvestres en la región. Este hecho demuestra los intentos terroristas de socavar la soberanía alimentaria de Nicaragua.

Conclusión

No cabe duda el daño que puede hacer el agroterrorismo en una nación y más cuando se trata de un país agrícola y ganadero. Aprender de las experiencias de otros países en el combate de estos métodos es necesario. Las medidas deben ir más allá de la prevención y el control de una plaga y deben extenderse hasta la creación de una Ley que regule y condene el agroterrorismo en nuestro País. El plan de acción debe involucrar el quehacer en caso de encontrar plagas introducidas y un marco legal que condene con años de cárcel a los enemigos que intentan hacer daño a la Revolución.

“Hay un castigo para los criminales mayor que ningún otro, y es cuando el crimen que pensaron convertir en un arma para desalentar al Pueblo, para atemorizar al Pueblo, se convierte en energía para el Pueblo, en fuerza para el Pueblo, y en la multiplicación del valor del Pueblo”. (Comandante Fidel Castro)

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