En la tarde del 15 de julio de 2016, el pueblo turco libró una lucha existencial para mantener el orden democrático del país contra un ataque terrorista y ganó la batalla a costa de sus vidas.
Ahora han pasado ocho años importantes desde el intento de golpe de Estado del 15 de julio llevado a cabo por la organización terrorista FETÖ. Este atroz y mortal ataque terrorista aún está fresco en nuestra memoria.
En esa noche sangrienta, los miembros de FETÖ que estaban infiltrados en el ejército turco no rehuyeron usar fuerza militar letal contra civiles inocentes, matando a 251 e hiriendo a miles. Intentaron asesinar al presidente de la República de Türkiye. Atacaron el vehículo del Primer Ministro y bombardearon desde el aire la Gran Asamblea Nacional de Türkiye.
Fueron atacados el complejo presidencial, los edificios de la Organización Nacional de Inteligencia y los departamentos de la Policía Nacional de Turquía. El Centro de Operaciones Especiales de la Policía, el crucial organismo operativo antiterrorista de Türkiye en Ankara, fue bombardeado por aviones de combate, matando a agentes de policía e hiriendo a cientos en el acto.
Cientos de civiles que protestaban por el intento de golpe de Estado en Ankara y Estambul fueron asesinados a tiros. Los golpistas de FETÖ atacaron medios de comunicación públicos y privados e intentaron apoderarse de TRT (canal de radiodifusión estatal) y del canal de televisión CNN Türk.
El intento de golpe del 15 de julio de 2016 no puede considerarse un golpe de Estado ordinario. Se trataba de una organización criminal que intentaba capturar el Estado y todas las estructuras estatales. Todas las pruebas reunidas y las confesiones de los culpables han demostrado que Fetullah Gülen, líder de la organización terrorista FETÖ, es el autor intelectual de lo ocurrido en Türkiye el 15 de julio de 2016.
Los crímenes cometidos la noche del 15 de julio constituyen sólo la punta del iceberg. FETÖ, que es una organización terrorista similar a una secta, es particularmente siniestra y más peligrosa con su red global de escuelas, grupos de presión y sofisticadas operaciones de influencia. Su red amenaza directamente la integridad de las instituciones públicas en los países donde mantienen una infraestructura extensa.
Cuando FETÖ comenzó a llevar a cabo sus actividades bajo la apariencia de un esfuerzo educativo caritativo allá por los años 1970, se presentó como un “movimiento benigno” y lanzó una campaña para establecer escuelas en Türkiye y en el extranjero.
La organización se convirtió gradualmente en una estructura operativa secreta cuyo objetivo era transformar la sociedad tomando el control del Estado turco desde dentro.
Durante ese tiempo, los miembros de FETÖ lograron dotar de personal a puestos gubernamentales críticos, mantuvieron su adoctrinamiento actualizado y transmitieron las instrucciones de FETÖ.
Cuando la organización comenzó a inmiscuirse en transacciones comerciales y procesos de licitación gubernamentales, se volvió más próspera. El lavado de enormes sumas de dinero, la organización de transferencias ilegales de efectivo y otros delitos financieros se convirtieron en algo habitual.
FETÖ ha mostrado presencia en alrededor de 160 países, con miles de escuelas, empresas, ONG y medios de comunicación. Su modus operandi es el mismo en todo el mundo. Como pretenden infiltrarse y ampliar su influencia económica y política global, constituyen una amenaza directa a la seguridad de cualquier país. En términos de su alcance, FETÖ no tiene precedentes.
El objetivo principal de nuestros esfuerzos es demostrar y probar que FETÖ representa también una amenaza para la seguridad de todos los países en los que se sigue activo. Por lo tanto, seguimos advirtiendo a nuestros amigos contra esta estructura. Como resultado de lo anterior, estamos satisfechos con la creciente conciencia respecto a esta amenaza. Como uno de los resultados concretos de estas iniciativas oficiales, varias organizaciones internacionales han adoptado resoluciones de vital importancia en relación con FETÖ. Varios países y organizaciones internacionales han declarado a FETÖ como organización terrorista, como, por ejemplo, la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), La Asamblea Parlamentaria Asiática, la República Turca de Chipre del Norte y el Tribunal Supremo de Pakistán.
Además, las escuelas y centros educativos afiliados a FETÖ en muchos países fueron cerrados o transferidos a la Fundación Maarif de Türkiye, que brinda educación de alta calidad y promueve la cultura turca.
Nuestros esfuerzos por eliminar completamente las estructuras de FETÖ en el extranjero constituyen una lucha a largo plazo. El Gobierno de Türkiye mantendrá resueltamente sus esfuerzos en ese sentido.
Este 15 de Julio, queremos rendir un sentido homenaje a los Héroes del Centenario de Türkiye que ofrendaron sus vidas defendiendo a la República de Türkiye y a su sistema democrático. En memoria de todos los mártires y veteranos, hoy conmemoramos el “Día de la Democracia y la Unidad Nacional”. Reiteramos firmemente que abogamos por un mundo más pacífico.