Rosario Murillo Zambrana, la mujer que con su incansable trabajo ha transformado la vida de millones de nicaragüenses, está celebrando un año más de vida y las redes se han volcado para felicitarla y reconocer su admirable entrega.
Su nombre ha sido parte de la historia de Nicaragua, por su lucha a favor de los derechos de las familias pobres y por logar increíbles avances en la igualdad de género.
Nació en Managua en 1951 y en 1969 se integró al guerrillero Frente Sandinista de Liberación Nacional (F.S.L.N).
En 1970 fue cofundadora del grupo cultural Gradas de oposición a la dictadura somocista.
Se marchó al exilio en Costa Rica en el año 1977 donde continuó involucrada en el trabajo político y organizativo del FSLN.
Ahí conoció al Comandante Daniel Ortega con quien se casó en el año 2005.
Su familia era originaria de Chontales. Su padre, Teódulo Murillo era un algodonero y dueño de ganado.
Su madre Zoilamérica Zambrana era sobrina del general Augusto César Sandino que luchó contra la ocupación estadounidense en Nicaragua.
Rosario realizó sus estudios superiores en Gran Bretaña y Suiza donde obtuvo certificados de inglés y francés.
Entre 1967 y 1969 fue profesora de idiomas en Managua, en el colegio Teresiano y en el Instituto de Ciencias Comerciales.
Empezó a escribir poesía en 1973, tras la muerte de su hijo ocurrida en el terremoto de 1972.
Según se explica en el texto de contraportada de su primer poemario, Gualtayán (1975), la escritura fue para ella «el inicio en el constante ejercicio de los brincos, de un lado a otro, corriendo como la vida misma».
Rosario María Murillo Zambrana se convirtió en una guerrillera de las letras; denunciando a la dictadura somocista, pidiendo apoyo hacia la lucha armada en Nicaragua desde el poder de la literatura.
Su militancia la llevó a la clandestinidad utilizando seudónimos como «Gabriela» «Carolina» o «Berenice Valdemar».
En 1976 fue arrestada en Estelí por alteración al orden público, pero fue liberada al poco tiempo. Una vez en libertad, en 1977 se marchó al exilio.
Vivió unos meses en Panamá y Venezuela, donde estableció lazos de solidaridad con la lucha sandinista. Luego se instauró en Costa Rica y se dedicó por completo al trabajo político y organizativo del FSLN.
El 10 de enero del 2017 asumió como vicepresidenta de Nicaragua y según una encuesta realizada en noviembre de 2016 previa a las elecciones, Murillo era la persona con más agrado en la población nicaragüense con un 79 % únicamente superada por el Comandante Daniel con una aceptación del 81,1 %.
A la par del Presidente Daniel Ortega, la compañera Rosario Murillo ha creado proyectos y programas de gran impacto económico en Nicaragua, los que han llevado bienestar a las familias menos favorecidas.
Murillo ha logrado importantes avances en la igualdad de género, permitiendo que mujeres asuman la dirección de instituciones públicas. Además promueve el respeto a la vida y dignidad de la mujer, como pilar fundamental en la sociedad nicaragüense.
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