El grupo yihadista Estado Islámico atacó la gran represa de la ciudad de Mosul, ubicada en el norte de Irak, aunque su ataque no causó víctimas ni daños materiales.
Los terroristas dispararon cuatro cohetes contra la hidroeléctrica, ubicada a 25 kilómetros al norte de Mosul, hasta que la batería de misiles fue destruida por aviones de guerra.
La represa, que fue construida entre 1981 y 1986, costó 2,600 millones de dólares y genera 800 megavatios de energía eléctrica y cubre una zona de 45 kilómetros hasta la frontera con Siria.